El Aeropuerto de Múnich vivió esta semana una situación singular, cuando un pasajero abrió por error una puerta y todos los vuelos fueron cancelados.
Se trataba de un joven español, de entre 20 y 25 años, que regresaba de Tailandia y tuvo que hacer escala en Múnich, cuyo aeropuerto es el segundo con mayor tráfico de Alemania.
El muchacho regresaba de vacaciones y sin dudas debería estar bastante cansado y atontado, pues al bajar del avión que lo traía de Bangkok y en la espera del que lo llevaría a Madrid, paró en los servicios y al salir, algo desorientado al haberse quedado descolgado del flujo de viajeros que habían abandonado con él la aeronave, empezó a caminar en sentido equivocado.
Lo que continuó ya ha sido narrado por varios medios, en especial de Alemania y España. El joven se plantó ante unas puertas que dan paso a la zona de acceso restringido a la que solo entran los viajeros que han pasado por el control de seguridad y apretó el botón para abrirlas.
Debe de haberse asustado bastante, no solo él, sino los casi 2 000 pasajeros que se encontraban en el aeropuerto en ese momento, al saltar la alarma de seguridad, ya que la apertura de las puertas significaba que un pasajero que provenía de fuera de la zona Schengen (de tránsito europeo) se había saltado los controles y entrado en la zona de seguridad.
A continuación, parte de las dos terminales del aeropuerto de Múnich fueron desalojadas, según establecen los protocolos de seguridad. Todos los viajeros tuvieron que abandonar las instalaciones y volver a entrar. Poco después, el joven español fue detenido.
Las fuerzas de seguridad concluyeron, tras interrogatorios al “horrorizado” viajero, que el acceso a la zona restringida fue "accidental”, y ya se encuentra en España.
No obstante, la suspensión de hasta 200 vuelos afectó a cerca de 1 800 pasajeros, de los cuales unos 1 000 tuvieron que pernoctar en hoteles cercanos al aeródromo, organizados por las compañías afectadas, y reubicados en otros vuelos.
