Lukla, un aeropuerto de espanto

Creado: Vie, 27/09/2019 - 16:00
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Amparo López Rego
Pista Aeropuerto Lukla

Los aeropuertos pueden suponer un reto para los pilotos. El de Lukla, en Nepal, es un aeropuerto de espanto y se lleva las palmas entre los más peligrosos del mundo.

Hay aeropuertos que sin lugar a dudas prueban la pericia del piloto y la audacia de los que a él se encomiendan. La lista de los aeropuertos más peligrosos del mundo no es corta, pero hay uno en particular que pone los nervios de punta a todo aquél que decide enfrentarlo: el aeropuerto de Lukla, en Nepal.

Nepal, país del sur de Asia, bordeado al norte por China, y por la India en sus otros tres lados, está ubicado en la zona central de Himalaya y alberga a la montaña más alta del mundo: el Monte Everest.

Lukla Aeropuerto
La pista de aterrizaje del aeropuerto de Lukla fue construída en 1964 por el alpinista neozelandés Sir Edmund Hillary y renovada en el año 2001. Hillary junto al nepalés Tenzing Norgay, fueron los primeros escaladores confirmados en alcanzar la cima del Everest, el 29 de mayo de 1953.

El aeropuerto Tenzing-Hillary, en la pequeña localidad de Lukla, es muy popular porque se encuentra en el lugar donde la mayoría de los alpinistas comienzan la subida al Campo Base del Monte Everest.

Hay vuelos diarios entre Katmandú y Lukla si hay buen tiempo, y aunque la distancia de vuelo es corta, puede que llueva en Lukla mientras el sol resplandece en Katmandú. ¡Ah!  pero hay quienes recomiendan que, si está pensando en escalar el Everest, considere manejar hasta Lukla, en vez de volar.

En el aeropuerto de Lukla los peligros sobran y por ello solo se permite el aterrizaje de helicópteros y aviones pequeños de propulsión de ala fija y únicamente pilotos bien entrenados asumen el desafío de despegar y aterrizar en su única pista, enclavada sobre un acantilado, en medio de montañas muy altas y puntiagudas.

La pista en cuestión solo tiene 527 metros de longitud (1). Las pistas cortas son más riesgosas pues el piloto cuenta con un espacio reducido para despegar y aterrizar con seguridad, ya que el margen de error disminuye tremendamente en la medida en que la pista se achica.

Lukla Pista

Por si fuese poco, Lukla está a 2860 metros sobre el nivel del mar (2) y cuando la altitud es mayor, menor es la densidad del aire y eso repercute negativamente en la cantidad de energía generada por los motores; la reducción de la resistencia del aire dificulta reducir la velocidad por lo que los aviones aterrizan a mayor velocidad.

La extensión de la pista y su altitud no son los únicos atributos de susto que lo esperan si decide viajar en avión a Lukla. En el punto de aterrizaje de la pista hay un muro de piedra y una montaña escabrosa y al despegar, la pista termina en el borde de un elevado acantilado y si no se levanta vuelo a tiempo, la caída por la ladera de la montaña es inevitable.

Abortar un despegue o aterrizaje en curso es algo prácticamente imposible para un piloto en Lukla. Hay tan pocas oportunidades de corregir una aproximación fallida debido a las montañas circundantes que una vez que una aeronave comienza a acercarse a la pista debe aterrizar.

De otra, en esa zona el clima cambia frecuentemente y la nubosidad puede ser excesiva, así que la probabilidad de turbulencias es grande y aunque no son peligrosas llegan a ser muy desagradables para los pasajeros, En ocasiones, los vientos fuertes y la visibilidad cambiante retrasan los vuelos y puede que el aeropuerto llegue a cerrarse.
Por donde quiera que lo mire, volar a Lukla no va a ser una experiencia encantadora, aunque con certeza, sí memorable.

Accidentes en Lukla

Desafortunadamente, no siempre los vuelos terminan triunfantes y el número de accidentes en Lukla ya alcanza las dos cifras.

Uno de los desastres más notables ocurrió en 2008. El piloto del vuelo 103 de la aerolínea Yeti (3) perdió contacto visual debido a la neblina, cuando ya se acercaba para aterrizar. La nave se estrelló contra la montaña, unos metros por debajo de la pista, lo que resultó en la muerte de los dos tripulantes y los 16 pasajeros; asombrosamente, el piloto sobrevivió.

Vista de Pista de Lukla

Debido al historial de percances en Tenzing-Hillary, la Autoridad de Aviación Civil en Nepal ha establecido medidas estrictas. Los pilotos que operan en Lukla deben haber completado 100 vuelos de despegue y aterrizaje cortos, tener al menos un año de experiencia como piloto en el país y haber realizado 10 vuelos éxitosos a Lukla con un instructor certificado.

Hay un estudio ténico en curso para definir la posibilidad de ampliar la pista unos 30 metros; mientras, un nuevo helipuerto se encuentra en construcción en la zona lo que permitirá aumentar la cantidad de pasajeros.

Comoquiera, Nepal continúa en la lista de destinos que incansables viajeros esperan agotar, y escalar el Everest para muchos, a pesar de las numerosas muertes que la épica tarea registra, es un sueño por cumplir. Lukla y su aterrador aeropuerto, seguirán siendo parte del camino a la cima.

Notas:
(1)    Las pistas de aterrizaje en muchos de los aeropuertos internacionales del mundo tienen más de 30 mil metros de largo.
(2)    Lukla no es al aeropuerto civil más alto del mundo, lo es el aeropuerto Daocheng Yading, en la provincia china de Sichuan.
(3)    Yeti Airlines Pvt. Ltd. es una aerolínea con sede en Katmandú, Nepal.

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Amparo López Rego

Sobre el autor

Licenciada en Historia y Ciencias Sociales. Fue redactora-editora de la Revista Transportes, y editora ejecutiva de la Revista Sendas.