El Danubio Express fluye como el río de igual nombre, y regala romance en viaje por Europa, tren de lujo con tempo de un, dos, tres … y música de fondo.
Cual baile de salón con toda etiqueta el acompasado paso (140 km/h) de la locomotora eléctrica que arrastra los vagones blanco-azul (restaurante, bar salón, área de lectura, coches camas con baño integrado, …), y el disfrute desde idóneos ventanales con vista a los hermosos paisajes europeos según el tour que se haya elegido, con paradas en varias de las icónicas urbes de ese continente.
Dentro de los programas (que pueden ser de dos o tres días hasta una semana), diseñados con la mayor exquisitez por sus gestores, distintas las rutas sugerentes para este tren turístico.
Dentro de mis preferidas, por todo el acervo arquitectónico, cultural e histórico que propone, está la Odisea siciliana, en recorrido por demandados destinos italianos como Venecia, Bolonia, Pompeya, Palermo.
Otras atractivas rutas ―que incluyen metrópolis como Belgrado, Sofía, Budapest, Praga, Berlín― sin duda, constituyen la Odisea Balcánica, así como Año Nuevo en Viena o Tesoros de Europa del Este, estos dos últimos paquetes comprenden en su recorrido la capital austríaca; la cual, si de valses se trata nada más a propósito, por el espléndido legado musical de esta ciudad donde naciera el propio compositor del Danubio Azul.
El tren es una especie de mezcla entre lo añejo y lo contemporáneo; pues su concepción estética, a partir de la decoración de interiores, recrea los años cincuenta, el trabajo en madera, la vajilla, el mobiliario, y al mismo tiempo dispone de moderna tecnología, enchufes, ducha con agua caliente constante, climatización con mandos de control, … todo pensado desde el buen gusto y el mayor confort para el viajante.
El cuidado en los detalles lo particulariza, sobre todo por la atención individualizada a los pasajeros (alrededor de 50 a 85 por viaje), con un personal profesional que está al tanto de las necesidades de los clientes, dando calidez y ambiente familiar al periplo.
A una década de puesto en marcha (inició en el 2008) por los británicos Howard Trinder y Peter Hedderly, responsables del operador privado de viajes de lujo del Reino Unido, Danubio Express, cuyo principal mercado es el inglés, satisface la sensibilidad más refinada. Y usted, ¿se anima al vals crucero ferroviario?