Si de preferir se trata yo haría un viaje en tren a lo Harry Potter, al interior de uno de los antiguos vagones del Jacobite, de la West Highland Line —la línea Hogwarts Express por su incursión cinematográfica en una de las sagas más exitosas de los últimos tiempos— embelesada por la belleza natural de la costa oeste de Escocia… y pensando en la posibilidad de acceder al fantástico Colegio Hogwarts, ¿ya consiguió su varita?
Cualquiera sea el destino, lo que sí es innegable es que la locomotora escarlata de vapor —que se inauguró en 1901—, cada día con un único servicio hace un recorrido turístico mágico —aproximadamente 70 km (entre ida y vuelta la línea del Jacobite no supera los 140 km de extensión) alrededor de 2 h, que comprende desde Fort William, una de las ciudades de las Highlands, hasta el pueblo pesquero de Mallaig—, y regala paisajes impresionantes: Ben Nevis, la montaña más alta de Reino Unido; el impresionante viaducto de Glenfinnan de 21 arcos de 30 m de altura y 315 de longitud, construido a finales del siglo XIX; el Loch Morar y el Loch Nevis, el primero de estos lagos de agua dulce y el segundo de agua salada, además de ser los más profundos de su tipo… sin duda un viaje para disfrutar.
El Hogwarts Express —para sorpresa del propio protagonista que muy convencional esperaba alfombras mágicas para transportarse— es el elegido como sendero por la escritora J. K. Rowling; para quien este medio de transporte tenía más de una implicación emocional: sus padres se conocieron en la estación de King’s Cross; y su segundo marido, Neil Murray, le pidió matrimonio a bordo del Orient Express; incluso se refiere que la idea de la historia surgió subida a un tren con ruta Manchester-Londres.
Los amantes del ferrocarril no podemos quejarnos, pues la trama no solo da un rol significativo al tren sino a las estaciones de Londres: King´s Cross Station —que sirvió de locación interior de las películas, que ya suman ocho— y donde para el viajante hay una pared arqueada con la instalación del famoso andén 9 3/4 a través del cual se accede a otra dimensión, con un carrito que parece que está atravesando la pared.
Si usted es de los que cree en magias y hechicerías tiene la oportunidad de intentar atravesarla, pero tome precauciones no vaya a ser que el automático no esté activado ese día; ahora, eso sí, tómese una buena foto, tanto aquí, como en la contigua St. Pancras Station, la cual debido a su impresionante arquitectura gótica fuera usada para las escenas exteriores de la saga. Así que a preparar el equipaje, busca el andén 9 3/4, y móntate en el Jacobite, el tren de Harry Potter.