Historia y cultura cubana en la habanera calle Mercaderes

Creado: Dom, 24/03/2019 - 08:00
Autor: Leonel Nodal
Calle Mercaderes

La habanera calle Mercaderes recoge en sus cuatro cuadras todas las pistas necesarias para realizar un abarcador viaje a la historia y la cultura cubanas.

La calle Mercaderes solo se puede recorrer a pie y cada día con mayor cuidado para evitar tropezar con los miles de curiosos visitantes foráneos o cubanos, que la recorren día y noche, atraídos por sus incontables detalles de interés.

Adoquinada, estrecha y libre de autos, el trazado de  Mercaderes discurre en paralelo a la Avenida del Puerto, como vía más práctica entre la menuda Plaza de la Catedral y la espaciosa Plaza Vieja.

Fachada de la Calle Mercaderes

Ese breve recorrido puede tomarnos todo el día  y con gusto adentrarnos en la noche sin notar el paso del tiempo, salvo por el cansancio, y dejarnos con ganas de volver al día siguiente y quién sabe cuántas veces más, porque hay tanto para ver y disfrutar  en ese pedacito de la Habana colonial.

Mercaderes es una de las calles más viejas y mejor conservadas del Centro Histórico de la capital cubana, inscrito por la UNESCO en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

La obra incesante de restauración de cada detalle le ha devuelto a esta estrecha arteria mucho del ambiente que debió predominar en sus mejores momentos de esplendor, a partir de mediados del siglo XVIII.

Una descripción recogida en apenas una frase por el historiador José Martín Félix de Arrate, en 1761, la retrató, como en un contemporáneo flashazo fotográfico, tal como hacen hoy miles de turistas.

Plaza de la Catedral de la Habana

“Algunas de las calles de La Habana no tienen nombre, pero entre todas, la más nombrada es la de Mercaderes -escribió Félix de Arrate- siendo su extensión de cuatro cuadras, y por una y otra acera están repartidas las tiendas de mercaderías, en que se halla lo más precioso de los tejidos de lana, lino, seda, plata y oro y otras bujerías (…) las que atraen mucho concurso a este paraje.”

El paso de los siglos acumuló en ese corto trayecto  una larga lista de sitios de interés, pero es imposible seguir de largo al pasar el tramo de  Mercaderes entre O´Reilly y Empedrado, sin detenerse frente al sorprendente mural que cubre una fachada de unos 300m² y reproduce en tamaño natural y con exactitud 67 figuras de hombres y mujeres de distinto porte, ataviados  a la usanza de la época colonial.

Se trata del Mural de las Personalidades, que rinde homenaje a lo más selecto de las personalidades de la cultura cubana del silgo XIX, frente a una fiel reproducción de la fachada del otrora palacio del Marqués de Arcos, sede del Liceo Artístico y Literario de La Habana.

A  lo largo de Mercaderes, palacios, museos, tiendas, restaurantes, obras arquitectónicas y de las artes plásticas, historias recogidas en hoteles y hostales, atrapan, enamoran y encantan al transeúnte.  
En ella se encuentra el café más antiguo de la ciudad, El Taberna, fundado en 1772, en la actualidad está dedicado a Benny Moré, uno de los más grandes músicos cubanos, quien fuera cliente asiduo del establecimiento.

La Armería 9 de abril, una antigua tienda de armas convertida en museo, rememora una heroica acción de los revolucionarios cubanos en 1958.

Muy cerca el Museo de Bomberos exhibe un vetusto carro y equipos contra incendios usados desde finales del siglo XIX y homenaje a los 19 bomberos que perdieron la vida sofocando un  incendio en la cercana Ferretería de Isasi, en 1890, una tragedia que conmocionó a la sociedad habanera, que en agradecimiento erigió en su honor el monumento funerario más alto del Cementerio Colón.

Plaza Vieja de La Habana

En la esquina de Obispo y Mercaderes, a un costado se aprecia el restaurado portón del Colegio San Jerónimo de La Habana, la primera universidad cubana, detrás del Palacio de los Capitanes Generales, hoy Museo de la Ciudad.

Al cruzar, se erige el Hotel Ambos Mundos, que atesora intacta la habitación donde vivió Ernest Hemingway.

La presencia de las Casas Museos de Asia y África; el Museo de Simón Bolívar, dedicado a su trayectoria personal y política; la Casa de México Benito Juárez, que dispone de una completa biblioteca sobre el primer presidente indígena de México y América; el antiguo estudio del artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamin, quien hizo varios retratos de Fidel Castro, convertido en Casa Museo, dan un aire latinoamericano y universal único a la calle Mercaderes.

La lista de sitios de interés es interminable, por eso lo mejor es destinar tiempo y energía para uno de los más amenos e ilustrativos paseos por la historia de Cuba, resumidos en las cuatro cuadras de Mercaderes.

Sobre el autor

Corresponsal y periodista de Prensa Latina.