Audio Car Club y AAA animaron la clausura de la temporada de Karting 2019 con audio sobre ruedas, una modalidad que cada vez atrae más adeptos en Cuba.
Este no fue un domingo más en la Villa Cocomar, perteneciente a Artemisa y ubicada en las inmediaciones de esta provincia con la capital cubana. La quietud de la brisa que llega desde la Playa El Salao fue perturbada por el alboroto de los sentidos. Cientos de personas llegaban al lugar desde temprano para ser testigos de la clausura de la temporada de Karting 2019 que de manera habitual acoge la instalación.
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Muchos llegaban solo por la competencia, otros, además, por la música que despertaba a los oídos desde lejos. Mientras que la mayoría llegaban por ambos intereses, los menos descubrían alguna de estas modalidades que animaban la jornada dominical del 1ero de diciembre.
Y es que los miembros y seguidores del Car Audio Club también se habían dispuesto en el lugar con diversos tipos de carros a capós, puertas y maleteros abiertos exhibiendo sus bocinas instaladas con el diseño, la estética y las exigencias tecnológicas que demanda el sistema de audio sobre ruedas.
Con total desenfado los asistentes son convidados por los anfitriones a admirar la calidad de estos servicios tan especializados que ofrece el equipo de trabajo de AAA. La mirada casi los palpa y los oídos lo validan porque les resulta inevitable a los cautivados asentir con la cabeza al ritmo de la música mientras de manera natural alguna parte del cuerpo se suelta pretendiendo bailar.
Más cerca de las bocinas te inquieta esa vibración que se percibe en ellas. Es difícil establecer el orden de las percepciones porque al unísono varios sentidos se combinan: los tímpanos se excitan, el corazón vibra y las pupilas quizás se dilaten mientras chequean la palpitación que también ocurre en las bocinas. Y el cuerpo todo se deja llevar.
La lista de reproducción es muy diversa: tanto de exponentes de la música nacional como foránea, tanto en español como inglés. Y de varios géneros, sobre todo electrónica, pop, rock y reggaetón. E indistintamente se reproducen desde cada uno de los autos que ocupan el centro de la aglomeración de personas. Está almacenada en memorias USB, en tarjetas SD o en los celulares de sus dueños. Asimismo, si alguno de los asistentes sugiere otro tema que traiga consigo, también se pone. Ahora se escucha “Dilema”, de Nelly y Kelly Rowland. Y nos apartamos un poco para poder conversar con Alex López Lacher, el promotor principal de este tipo de iniciativas.
“Se trata de un tipo de movimiento que aunque aún es novedoso en Cuba, crece cada vez más”, asegura el también presidente del Car Audio Club y jefe del taller Auto Adornos Alex (AAA), a quien se le considera el máximo exponente de esta modalidad en el país.
Su Fiat Brava 2000 posee instalados unos siete kilos y medio de audio que luce a todo volumen en espacios abiertos de eventos. Aunque su aspiración es siempre conseguir más potencia, aconseja que en la vía los volúmenes sí deben ser moderados por el bien del propio chofer y por el respeto social.
Al precisar el significado para él del audio show en general, destaca que no es solo el negocio al que le pone todo el empeño, sino la gran pasión de su vida.
Para el nuevo año adelanta que sus aspiraciones son poder ganar en mayor difusión del proyecto de Triple AAA, realizar más presentaciones como las de esta jornada y sumar más seguidores en Cuba del audio show sobre ruedas.
La moto eléctrica de Kenia sí suena
Entre varios carros y motos que confluyen en el lugar, la moto AVA Avispón de Kenia Tarrío García es sin dudas la de mayores atractivos esta vez. Apenas concluido su equipamiento sonoro en la madrugada del propio día de la exhibición, luego de una semana previa de dedicación total a cada detalle del nuevo diseño, cautiva los sentidos con un kilo de audio que suman la bocina en la cajuela de remolque, más la que ha sido incluida en el propio asiento de la carrocería y en su parte posterior, ello con subwoofer y tweeter. Detalles técnicos que la misma Kenia es capaz de explicar a esta reportera.
“Supe que la moto de Oscar Núñez del Club de Motos Eléctricas Cuba ya había tenido la primicia de incorporar un amplificador de sonido importante, y le pedí a mi esposo (Alex) con quien también comparto la pasión por la música, proponernos un diseño sonoro de mayor envergadura para la mía. ¡Y aquí está!”, evoca.
Aunque todavía no hemos tenido la oportunidad de estrenarla así en la calle para comprobar la distancia posible con el sonido, creo que algo por mejorar sería la autonomía porque la reproducción de música también influye en el consumo de la batería.
Fotos: Sergei Montalvo Aróstegui.
