El Chevette es uno de los modelos que expresan los cambios que los setenta y su crisis del petróleo trajeron a la industria.
Es un desarrollo que General Motors (GM) adaptó a todos los mercados en que participaba entonces y cuya base fue la plataforma T, todo un acierto de la compañía.
Con el nombre Chevette, GM lanzó dos modelos: el producido por la subsidiaria brasilera desde 1973 hasta 1993 y, por el otro, la versión yanqui entre 1976 hasta 1987. Ambos parten –como dijimos- de la plataforma T, lanzada en primicia con el Opel Kadett C, allá en Alemania.
El Chevrolet Chevette no era “un auto bonito”. Se caracterizó por su bajo costo, su adaptabilidad a diferentes mercados y diversidad de tipos de carrocerías. Todo eso le convirtió en uno de los automóviles más vendidos y comunes del mundo, al punto que aún siguen siendo muy vistos en Argentina, Brasil, Ecuador, Uruguay y Venezuela.
El Chevette brasileño salió antes que el yanqui, como un sedán de dos puertas. Era perfecto para su objetivo. Barato, sin adornos superfluos, funcional, fuerte y de buen rendimiento. Luego incorporó varias versiones, incluyendo hasta una pequeña camioneta.
Fue propulsado por motores de gasolina de cuatro cilindros de 1.4 y 1.6 litros, el último con carburador simple o, en la versión S, carburador doble. El 1.4 era estándar y entregaba 62 CV a 5600 rpm. Se acopló primero a un cambio manual de cuatro marchas, y luego uno de cinco, alcanzando hasta 158 km/h. Un gran atractivo era que estaban parcialmente disponibles en versiones para el funcionamiento del alcohol.
El espacio interior era amplio y en el podían viajar hasta cinco personas. Fue fabricado, ininterrumpidamente, hasta 1994.
Chevette USA
El Chevrolet Chevette norteamericano se lanzó el 16 de septiembre de 1975, y se mantuvo hasta 1987. Vendió 2,8 millones de unidades en 12 años, siendo el auto compacto más vendido en los Estados Unidos en 1979 y 1980.
Como en Brasil la gama arrancaba con la versión dos puertas, aquí sin asiento trasero, la cual se llamó Scooter. Con un precio de fábrica de $ 2899.00, era el auto más barato del mercado yanqui ese año. La característica distintiva de los primeros Chevette norteamericanos fueron los faros empotrados en la parte delantera de los guardabarros, la parrilla frontal dividida y la parte posterior debajo de la ventana trasera: fuertemente redondeada, y aparte de las puertas delanteras y el parabrisas, cambiando totalmente su aspecto. En mecánica su diferencia más importante fue la opción –entre 1986 al 86- de un motor diésel de 1.8 litros y 51 CV, de origen Isuzu.
