Mercedes-Benz invertirá 500 millones de euros en su fábrica francesa de Hambach para producir el Mercedes EQA, primero de sus más de 10 modelos eléctricos anunciados para 2022, y la decisión no es fortuita, pues se trata de la misma factoría en la que ya se fabrican los vehículos eléctricos de Smart.
Aun así, la planta en cuestión recibirá esa inyección de capital para adaptar, ampliar y remodelar sus instalaciones de ensamblaje y la infraestructura en función de producir el primer miembro de la familia EQ con tecnologías de última generación.
Presentado por la firma alemana en septiembre pasado, el EQA viene a plasmar un coche a galope entre un SUV y una berlina, con dimensiones compactas y dos motores eléctricos (uno en cada eje) que desarrollan en total más de 300 kW (402 CV) de potencia con hasta 500 kilómetros de autonomía.
“Por primera vez en más de 100 años de historia, llevamos la producción de Mercedes-Benz a Francia. Con el modelo EQ compacto en Hambach, continuamos con nuestra iniciativa eléctrica”, señaló presidente del consejo de administración de Mercedes-Benz, Dieter Zetsche.
Por su parte, el jefe de producción de la marca de la estrella, Markus Schaefer afirmó que dicha planta se convertirá en una parte de la red global de producción de vehículos compactos junto con la planta alemana de Rastatt.
Actualmente Mercedes fabrica sus modelos más compactos, el Clase A, el clase B y el GLA, en Rastatt, Kecskemét (Hungría), Beijing (China) y en Aguascalientes (México).
