Presentada hace apenas unos meses durante el pasado Salón de Los Ángeles, la nueva generación de la Clase CLS de Mercedes-Benz ya se cuece en la planta alemana de Sindelfingen.
Los primeros ejemplares del modelo, que mostrará una renovación relevante, llegarán al mercado el próximo mes de marzo, coincidiendo así con su paso por la alfombra roja de Ginebra.
Visualmente, será el primero que estrene las señas de diseño anticipadas por el concept Clase A Sedán, con una silueta muy fluida, faros estilizados y la parrilla pronunciada, sin que por ello falten las características entradas de aire de Mercedes.
A nivel mecánico, la oferta inicial del Clase CLS 2018 consta de tres motores, todos ellos novedosos y de seis cilindros: dos diésel y uno de gasolina EQ Boost de lo más interesante, pues utiliza un sistema eléctrico de 48 voltios para reducir los niveles de consumo de combustible y/o emisiones.
Aunque no menos remarcables resultan las altas dosis de tecnología y lujosos acabados que impregnan al CLS, ahora equipado con el sistema Widescreen heredado de la Clase S y el control de confort Energizing, una aplicación que permite regular todos los subsistemas del vehículo como la calefacción, la función masaje de los asientos o el volante calefactado para ofrecer al conductor un entorno más agradable según lo requiera.
A tal punto se ha hecho hincapié en satisfacer a los usuarios más exigentes que —según la nota de presentación de Mercedes— el auto dispone del nuevo Pre-safe Sound, el cual “prepara los órganos internos del oído humano a los ruidos que pueden producirse a consecuencia de una colisión”.
