De Huracan en Bolonia a Jumpacan en Las Vegas: la carrocería de un superdeportivo abandonado resucita y de qué manera.
Pensar que la carrocería de un superdeportivo abandonado no tiene segunda oportunidad no aplica para Chris Steinbacher, propietario del canal de YouTube dedicado a mostrar videos de construcción de automóviles B is for Build. El emprendedor, al ver el chasis destrozado de un Lamborghini Huracan en las afueras de una tienda en Illinois, Mullins Auto Parts, se trazó un reto, tan increíble, que decidieron regalarle los restos del auto italiano.
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Su objetivo: crear el proyecto Jumpacan, un Lamborghini Huracan al estilo buggy. Lo primero fue encargar a SE Motors, con sede en California, el refuerzo del chasis y un kit de suspensión off road específico y adaptable, previo escaneo 3D del mismo y así dar paso a la reencarnación.
Para dar vida a tan novedosa bestia se equipó con neumáticos todoterreno de 32 plg en su eje delantero y 37 plg en el trasero, que lo separan 30 cm del suelo, aunque el equipo de Chris considera que necesita más separación. El motor, en la parte trasera, es un LS V8 de GM, trasmisión manual con 6 velocidades, radiador alimentado con toma de techo detrás de la cabina, frenos de Mustang Shelby GT500 y suspensión de largo recorrido. En el habitáculo, con jaula antivuelco, que creció de 193,3 a 259 cm, se acoplaron nuevas puertas estilo tijeras y asientos de competición con arnés al torso, de uso obligatorio, del fabricante Corbeau.
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Steinbacher dedicó 1 año y medio para materializar completamente este proyecto con la finalidad de competir en la Mint 400 a inicios de diciembre, una de las más famosas y antiguas carreras con un recorrido de 643 km a través del desierto de Las Vegas. En las primeras pruebas a campo traviesa, el híbrido superó los 64 km/h y aun se pulen detalles. Toda una supermáquina que no deja morir a este Huracan de Sant'Agata Bolognese.