En la conquista de México surgió la frase de “quemar las naves”. Un hallazgo de esta misma semana arroja luces sobre la flota hundida de Hernán Cortés.
Esta historia comienza en 1519, hace 500 años, con Hernán Cortés, conquistador del Imperio Mexica, y sus naves hundidas cerca de la actual Veracruz. Cortés había zarpado de Santiago de Cuba el 18 de noviembre de 1518, al mando de 11 naves con el objetivo de desarrollar la tercera expedición enviada por Diego Velázquez, gobernador de Cuba, para la exploración de Yucatán.
Había zarpado precipitadamente pues Velázquez lo iba a desposeer del cargo al frente del viaje, y tras varias peripecias, el
Mientras Cortés se dedicaba con la política y las armas a aliarse a diversas tribus indígenas para marchar contra los aztecas de Tenochtitlán, llegaron noticias de que su antiguo jefe y ahora enemigo Diego Velázquez había conseguido mediante tejemanejes en la corte española el nombramiento de “adelantado de Yucatán”, lo que frustraba los planes de Cortés para mantener el mando de la expedición.
Dicha noticia colocó al conquistador ante una disyuntiva que solventó tomando dos decisiones trascendentales: enviar a embajadores fieles en un barco a la corte de Carlos I para lograr el nombramiento para sí -utilizando lo mejor del botín en oro logrado hasta entonces- y la inutilización del resto de su flota. Esta segunda decisión tendría como objetivos evitar la fuga y la deserción hacia Cuba de los hombres que no secundaban su rebelión frente a Velázquez, a la vez que daba un golpe a la moral de los conquistadores, quienes se convencieron de solo tener un camino a partir de ese punto: vencer o morir.
No se sabe a ciencia cierta cómo Cortés inutilizó las naves de su flota, si las quemó, las hundió o un poco de todo, aunque según las crónicas de la época, piezas provenientes de estas fueron utilizadas por los españoles en la toma de Tenochtitlán. Nunca se encontraron los pecios o despojos de la mítica flota del conquistador, hasta hace muy poco.
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En 2018 un equipo de arqueólogos mexicanos y estadounidenses, coordinados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontraron cerca de Villa Rica, primer emplazamiento de Veracruz, un ancla europea a 12 metros de profundidad, cubierta de sedimento marino; dicha ancla fue estudiada y se concluyó que data del siglo XV y se encuentra hecha de madera proveniente de un roble endémico del norte de España, aunque se aclaró que no existen evidencias concretas para vincular el hallazgo a la flota de Cortés.
Un año después, el 16 de diciembre de 2019, coincidiendo con los 500 años del hundimiento de la flota, fueron encontradas por el mismo equipo en una segunda expedición dos anclas de hierro, a solo 300 metros al norte de la primera. Estas nuevas anclas fueron vinculadas con el siglo XVI y por su alineación, podrían indicar que siguieron una dinámica portuaria, coincidiendo con la teoría de que Cortés dio “al través”, es decir, barrenó sus naves para hundirlas en esa propia zona de Villa Rica.
Los investigadores volverán en 2020 pues han detectado 15 puntos en el lecho con potencial para la investigación y decididos a probar que allí se encuentran los restos de la mítica flota hundida por Cortés, dispuestos a “quemar las naves” en su insaciable búsqueda de la historia.
Fuentes: La Razón y El Universal