Los drakkars, la amenaza vikinga

Creado: Vie, 28/02/2020 - 11:18
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Carlos Alejo
Los Drakkars

Los drakkars fueron los barcos que llevaron a los vikingos en sus saqueos y exploraciones por gran parte del mundo varios cientos de años antes de que de Colón cruzara el Atlántico.

Después de muchos siglos, los vikingos siguen de moda, gracias a productos audiovisuales que popularizan sus historias y modos de vida; lo cual nos lleva a veces a investigar algo más a fondo la realidad pasada de los pueblos escandinavos. Hoy le dedicaremos por tanto, unas líneas a los bracos vikingos: los drakkar.

La vida era muy dura en Escandinavia en la Edad Oscura, un conjunto de factores hicieron que los pueblos de esa zona geográfica se echaran al mar: cambios climáticos, superpoblación y bajos rendimientos agrícolas llevaron a esas gentes a buscar fortuna y gloria fuera de sus fronteras, lo que aparejado a una cultura y una religión guerreras por naturaleza los pusieron definitivamente en el mapa político de una Europa sumida en el caos que precedió la caída del Imperio Romano de Occidente. Y la principal herramienta de los vikingos para esto fueron sus barcos.

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Su nombre, según los lingüistas, procede del vocablo en lengua islandesa que se refiere a los dragones (quizás por aquella costumbre de tallar en la proa la cabeza de un dragón, personaje que aparece recurrentemente en las sagas de la época), aunque cuando se utilizaban para la carga, pues solían ser muy polivalentes, se les denominaba knars o kavs.

Drakkars

Se construían de la siguiente manera: cortaban un tronco de roble y se le daba forma de quilla, ensamblándose dos piezas de madera curvada para formar la popa y la proa; luego los carpinteros cortaban planchas alargadas de pino, pues esta hacía más ligero el barco que se colocaban de forma que sobresalieran unas de otras; posteriormente se unían con travesaños para darle fortaleza al buque y se colocaba un bloque grande de madera en el centro para fijar el mástil. Los resquicios entre las planchas se rellenaban con pelo de animal embarrado de brea para lograr una impermeabilidad en las junturas; además de remacharse con hierro para unir todas las piezas.

Los drakkars se llevaban desde tierra a la costa empujándolos sobre troncos y una vez en el agua se izaba el mástil, una operación en extremo delicada toda vez que este podía alcanzar los 300 kilos de peso. Las proas se solían decorar, como se dijo antes, con representaciones zoomorfas y relieves

Solían tener unos 25 metros de largo por 5 de ancho y capacidad para alrededor de 40 vikingos, poseía normalmente un mástil para la vela, así como 15 pares de remos, lo que les permitía tanto surcar los mares como adentrarse en los ríos, donde el viento no es un factor determinante; esta polivalencia de sus buques hizo que los vikingos pudieran ser capaces de realizar incursiones tanto en las zonas costeras como al interior de los territorios que asolaban.

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Los vikingos solían navegar bordeando la costa, aunque en mar abierto utilizaban para orientarse la posición del Sol y en la noche la estrella polar e instrumentos predecesores de la brújula y el astrolabio; utilizaban además el avistamiento de aves costeras para orientarse sobre la proximidad de la costa, dormían en cubierta y pescaban durante los viajes más largos para mejorar la dieta de a bordo.

Los drakkars eran tan importantes en la sociedad vikinga que su posesión era símbolo de prestigio y poder, tanto así que muchos de los grandes jefes eran enterrados o incinerados junto a sus barcos y principales posesiones para que les acompañaran en su vida después de la muerte en el Valhala. Los drakkars dominaron el Mar del Norte por varios siglos, el Mar Báltico, e incluso llevaron a sus tripulantes por el Mediterráneo, llegando a lugares tan distantes como el sur de la actual Rusia, Constantinopla, Islandia, Groenlandia e incluso Terranova en Canadá, varios cientos de años antes de que las carabelas de Colón cruzaran el Atlántico.

La historia de los vikingos es apasionante, relatos de sangre, fuego y destrucción pero también de un pueblo colonizador de regiones extremas, siempre surcando el mar sobre sus drakkars implorando una muerte en combate a Thor y a Odín para acceder al Valhala junto a los guerreros caídos honorablemente.

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Carlos Alejo

Sobre el autor

Graduado de la Facultad de Derecho de la Universida de La Habana. Ha colaborado en varios artículos y publicaciones de la revista Excelencias del Motor.