Con fecha 15 de marzo de 2022, la Gaceta Oficial de la República de Cuba, publicó la Resolución 80/2022, sobre la Regulación Marítima Cubana, la cual contiene el “Reglamento para la habilitación de los puertos, terminales y demás instalaciones portuarias”.
La norma establece los Requisitos para la habilitación de las terminales portuarias en la Mayor de las Antillas, instalaciones que prestan servicios y proporcionan espacio de aguas para la estancia segura de los buques, mientras se realizan las operaciones de carga, descarga y almacenaje de las mercancías y el tránsito de viajeros.
Esta norma ofrece la visión de ayudar en la ampliación de las exportaciones y las importaciones, así como beneficiar las inversiones de capital extranjero con la mira puesta en un futuro cercano.
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Todo país con salida al mar, incluido el archipiélago cubano, requieren de este tipo de institución para el intercambio comercial, la reparación de buques, la llegada de pasajeros, el avituallamiento de los barcos, más otras funciones específicas como la actividad pesquera, de recreo y defensa militar.
Los de mayor alcance en la isla caribeña son los situados en La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba, que representan las regiones de occidente, centro y oriente, respectivamente. En ellas se opera más del 80% de las cargas que llegan al país, pero igual existen otros de menor tamaño con actividades y características muy específicas. Todos también afectados por las medidas de cierre de fronteras a nivel mundial, producido por el azote de la pandemia por Covid-19.
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El Puerto de La Habana se encuentra justamente en la zona de mayor afluencia de turistas en el municipio Habana Vieja, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1981. El visitante puede conocer la ciudad sin necesidad de utilizar otros medios de transporte, aprovechando también la seguridad y la tranquilidad ciudadana, más la calidez del nativo cubano.
Allí se encuentra también la terminal de Cruceros Sierra Maestra en una edificación que data del año 1914 y frente a la Plaza de San Francisco de Asis, donde se encuentra un convento construido en el siglo XVI y fundado en 1575.
En ese sitio se construyó en la antigüedad el Muelle de Carga de La Habana, luego cumplió otras funciones como Oficinas de la Aduana General de la República, de Inspección General del Puerto y las de Inmigración. Allí también existe un gran parqueo automovilístico que presta servicio a las instituciones que radican en la Lonja del Comercio.
Actualmente la edificación se encuentra en remodelación con la esperanza de dejarle a las futuras generaciones el recuerdo y el conocimiento de La Habana de siglos anteriores, y la magia de vivir la historia en una caminata.
