Con un poco de escepticismo esperamos que se apagara el semáforo rojo en el trazado semiurbano Albert Park, una vez que vivimos las clasificatorias con un dominio insultante de Mercedes AMG y Lewis Hamilton. Pero ya lo anunció Sebastian el propio sábado: “la carrera será otra cosa”. ¡Y lo fue! Vettel ganó su GP 48 y su podio número 100. Le acompañaron Hamilton y Räikkönen en el podio para cerrar un domingo de fiesta para los de Maranello.
El accidente que sufrió Valtteri en la Q3 con su Mercedes AMG y el acoso que viviría Hamilton por la pareja de Ferrari en la parrilla de salida eran mis cabos para agarrar la esperanza de que el GP de Australia sería un digno escenario para comenzar la temporada 2018. Sin embargo, nada interesante pasó en el primer tercio de carrera, con una salida limpia donde Lewis mantuvo la punta y los Ferrari le seguían al rebufo.
El primero en parar, a la altura de la vuelta 19 de 58 pactadas fue Kimi y una vuelta después hizo lo propio Hamilton, quienes dejaron en pit las gomas súper blandas para calzar las blandas y así terminar la carrera a una sola parada. Por otra parte, Vettel se mantenía en pista y por consiguiente en punta de carrera. Claro, ese liderato era virtual teniendo en cuenta que cuando parara a cambiar neumáticos el inglés retomaría el control de la carrera.
La estrategia de esperar hasta el último momento para entrar a pit le funcionó a Ferrari, porque en el ecuador de la carrera apareció el Safety Car virtual y fue el instante idóneo para que Vettel entrara en el garaje a poner sus gomas blandas. Para sorpresa de Lewis, Sebastian le salió por delante y nada le funcionó al inglés para recuperar la punta. Hamilton se mantuvo a poco más de un segundo de Vettel y aunque marcó en ocasiones la vuelta más rápida tuvo que tirar la toalla y conformarse con el segundo cajón.
Buen rendimiento exhibido por Red Bull con Ricciardo que pasó por la raya cuarto y por McLaren que paró el cronómetro en quinto puesto a los mandos de Fernando Alonso, quien se vio acosado por un Verstappen que no le dio tregua al español. Buen sabor de boca se llevó Renault, al colocar sus dos pilotos en el top ten, Nico Hülkenberg terminó séptimo y Carlos Sainz Jr. décimo. Lo propio hizo McLaren cuando marcó con Stoffel Vandoorne la novena posición.
La sorpresa parecía que venía de parte de Haas, con un arranque de carrera impresionante. Pero después de la primera parada todo se fue abajo por problemas técnicos en los coches y en el pit de ambos pilotos. Ahora, para sorpresa de muchos, entre los que me incluyo, los líderes del mundial son Vettel y Ferrari. Buen comienzo para una temporada que nos traerá muchas sorpresas.