El vigente campeón de Superbikes, Jonathan Rea, supera por primera vez a Bautista en la temporada, aunque el de Ducati conserva todavía el liderazgo.
Las torrenciales lluvias dominicales cortaron las emociones sobre el Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari, en Imola, donde un día antes el irlandés Jonathan Rea exprimió con furia su Kawazaki para presumir de corona por primera vez en el presente Mundial de Superbikes y cortar la impresionante racha de victorias eslabonada por el español Álvaro Bautista.
Una docena de triunfos consecutivos había firmado el líder de Ducati en un debut sin precedentes para la categoría y no pocos entendidos, visto lo sucedido en las cuatro paradas previas, habían comenzado a poner en duda las posibilidades del monarca de los últimos cuatro años para frenar el ímpetu del piloto de Talavera.
A pesar del avasallador dominio demostrado por Bautista hasta el momento, su escasa experiencia sobre el complicado trazado italiano apuntalaba las esperanzas de Rea, envuelto en su peor sequía ganadora de los últimos años. Y dispuesto a sacar temprano provecho de la situación, el doble ganador de hace un año sobre este mismo asfalto tomó el mando desde el mismo inicio de la carrera y dio un sonoro golpe de autoridad, al terminar con casi ocho segundos de ventaja sobre el líder del campeonato.
A pesar de no poder sostener el ritmo de la Kawazaki, Bautista “salvó los muebles” con un segundo puesto que le permitía conservar el liderazgo de la categoría aun con un considerable margen. Mientras, la rotura de su compañero Chaz David a poco del comienzo abrió las puertas a Toprak Razgatliogu (Turkich Pucceti Racing) para su primer podio de la temporada.
Luego de ese desenlace se dispararon las expectativas para la carrera dominical, pero las lluvias se encargaron de diluirlas. Primero los organizadores pospusieron la partida, y luego escucharon las opiniones de los pilotos para tomar una decisión. Algunos como Rea, mantuvieron las esperanzas de terminar la fiesta a toda velocidad, mientras que otros como Bautista abogaron por la seguridad, y la prudencia terminó imponiéndose.
El desenlace, aunque inesperado, ratifica la tendencia del circuito italiano, otrora feudo de las Ducati y en la última década rendido ante el empuje de las Kawazaki. El punto de inflexión para la escudería japonés llegó en 2013 de la mano de Tom Sykes, y desde entonces las motos verdes han doblado las cuatro victorias logradas por Ducati.
A partir de ahora muchos se preguntan si habrá sido Imola el punto de partida para la reacción de Rea, o el comienzo de los dolores de cabeza para Bautista. Con la llegada del Mundial a su parada española, todos esperan encontrar allí algunas respuestas. Así las cosas, Jerez tiene ahora la palabra.
