En la edición 69 Torneo Internacional de pesca más importante del país, las actividades extradeportivas también tienen un motivo para recordar al escritor estadounidense, Premio Nobel de Literatura
Llegar a puerto en el Torneo de la Pesca de la Aguja Ernest Hemingway es un verdadero espectáculo. Alrededor de las cinco de la tarde, hora de cierre de la jornada de pesca, las embarcaciones participantes surcan los canales de la Marina con las más disímiles iniciativas, que convierten el momento cumbre de la fecha en una fiesta.
Desde el muelle del Complejo Papa´s, cuartel general del jurado de la competencia, se escuchan los más variopintos ritmos musicales, desde una chalga búlgara, hasta una salsa puertoriqueña, un buen son cubano o una ranchera mexicana.
Los botes con capturas lucen orgullosos la bandera que los identifica como afortunados, y se agrupan en el muelle para certificar sus presas y disfrutar entre hermanos del mar la faena del día. Los mexicanos suben el volumen de su música ranchera, lucen máscaras de los luchadores de Artes Marciales Mixtas, toman cerveza, bailan y estallan en júbilo cuando muestran el ejemplar de dorado que llevan a la pesa.
Después de dos fechas de pesca la tripulación mexicana del Blue Label domina la modalidad del dorado más grande con un ejemplar de 15 libras. “Nosotros no queremos irnos con las manos vacías. Además, en nuestra primera participación en 2008 ganamos este mismo trofeo, así que representa mucho para nosotros”, dijo a Excelencias del Motor uno de los enmascarados, proveniente del estado de Yucatán.
Pero la iniciativa que más satisface a los pescadores es el trago de bienvenida que la empresa TECNOAZUCAR les prepara al término de cada jornada. Yanet Blanco, jefa del Grupo Comercial de la UEB La Habana, expresó que su entidad tiene la misión de producir derivados de la caña de azúcar, entre los que se encuentran los rones, con marcas como Mulata, Santero, Conde de Cuba, La Santísima Trinidad y Vigía, este último dedicado al legado de la estancia de Ernest Hemingway en la mayor isla antillana.
“Queremos abrirnos al mercado con estas bebidas que representan nuestra cultura, desde sus propios nombres. Por eso tenemos esta degustación donde se incluyen los licores, y fundamentalmente el ron Vigía, nombre de la Finca donde habitó Hemingway en La Habana y que tiene una aguja en su logo”, agregó Blanco.
De esta forma, cada tarde el espíritu de Hemingway se acerca a los participantes en la batalla en el mar entre el hombre y el pez, pero también en la alegría, la familiaridad y la espiritualidad de degustar de un buen ron cubano.
Este viernes prosigue el torneo con la tercera fecha de pesca. En la batalla por la Copa, el equipo búlgaro de la embarcación Lucky One lidera con 1500 puntos por la captura de tres casteros azules, mientras que el único conjunto cubano en competencia, los del Genovés, le sigue de cerca los pasos con la misma cantidad de presas.
Fotos: Sergei Montalvo Aróstegui