Garaje-museo-móvil

Creado: Dom, 08/04/2018 - 16:00
Autor: Ana Paris
Garaje-museo-móvil

En Beverly Hills hay un garaje muy particular, su dueño es un hombre de negocios, amante del mundo automotriz y de joyas que son reliquias.

Bruce Meyer es el afortunado, tiene una pasión y un hobbie bien caro: atesorar autos. Cada uno de los que posee, además de personalidad, tiene un pasado que lo atrapa y lo seduce o como él refiere: “el coche tiene que decirme algo”.  

Bruce Meyer, propietario del Garaje-museo-móvil

La mayoría son clásicos o de carreras, 5 ganadores en Le Mans, por lo que sería un sacrilegio tenerlos solo como muestras museables. Ellos gozan de otros beneficios, porque Bruce siente placer al conducirlos en circuitos, rallyes o simplemente salir a pasear.

Autos de carrera en el garaje-museo-móvil

Su garaje es una joya devenido museo. Al entrar te deleitas con  los ejemplares y su estado de conservación. O te sumerges en las fotografías enclavadas que rememoran momentos inolvidables de los protagonistas exhibidos: un Alfa Romeo, un Duesenberg Model J one-off, el Porsche 935 Kremer, el primer Shelby Cobra de serie que se fabricó, un Bentley de 1929, un Ford Doane Spencer Roadster de 1932; un Mercedes-Benz 300 SC Cabriolet de 1957 y un 300 SL "Alas de gaviota"; un Ferrari 250 GT SWB Berlinetta, un 275 GTB/4 y un Testa Rossa de color plata de 1957. También está uno de los Corvettes Briggs Cunningham que participaron en las 24 Horas de Le Mans en 1960 y un Bugatti Type 57 Ventoux. Además de motocicletas de diferentes épocas y una lancha con motor Miller V8.

Mercedes-Benz 300 SC Cabriolet, del Garaje-museo-móvil
Mercedes-Benz 300 SC Cabriolet

¿A cuánto ascenderá la fortuna de Bruce en 50 años con una de estas joyitas?

Sobre el autor

Graduada en el año 1989 en la Especialidad Español-Literatura. Colabora con la Revista desde hace 8 años. Comenzó escribiendo guiones infantiles para la TV y ha constituido un reto enorme escribir sobre temas tan variados para la Revista.