Seat, sesenta aniversario
Cuando a finales de los años 50 apareció el Seat 600, la publicidad lo presentaba como «El coche para la familia y el hombre de negocios». Hoy, aquel eslogan resultaría inaudito (por no decir algo más grueso) para un utilitario de sólo dos puertas y poco más de tres metros.
Pero España tenía tanta hambre por un coche de verdad -se contaba un vehículo por cada 3.000 habitantes- que, en pocos meses, la marca había recibido 100.000 pedidos.