Audi A6 3.0 TFSi. Un motor de fábula para un seductor de lujo

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:47
Créditos
Ariel B. Coya

Rendido a la sobrealimentación, Audi consagra una vez más la combinación entre señorío y deportividad que distingue su genética, materializando este nuevo 3.0 TFSi, primer V6 de la marca con compresor volumétrico (de tipo Roots) que de momento se repartirán el A6 y el A4. Empuje, elasticidad y un refinamiento sublime hacen de esta berlina un auténtico seductor de lujo.

Se trata, en definitiva, de la principal novedad en la actualización más reciente del A6, donde ha venido a sustituir al 3.2 FSi atmosférico de 255 CV; si bien parece de todo menos un motor sobrealimentado, al exhibir un poderío avasallador que nace de un propulsor relativamente pequeño, ”soplado“ con la fruición acostumbrada en Audi, que nada sacrifica con esta mecánica capaz de transportarnos a una galaxia acotada al ya de por sí veloz y agradable 3.0 TDi.

Su depurada exquisitez no es óbice para brindar unas prestaciones que cortan el hipo. La salida resulta, sencillamente, bestial y la aceleración, portentosa, anticipando que debajo del capó existen condiciones de sobra para lucirse y disfrutar. Aunque eso sí, pagando el peaje de un consumo bastante elevado en el medio urbano, donde deviene un glotón incorregible que apenas reduce el índice de los veinte litros por cada cien kilómetros, cuando en carretera exhibe una frugalidad notable, con promedios de siete litros a velocidades altas.

Al margen del motor, verdadero protagonista de esta nueva versión, la reforma más trascendental se ciñe al redimensionado equipo de frenos que le permite a este A6 con 160 kilos más de peso apaciguar la inercia en las mismas distancias que el 3.2 FSi. Dentro de esa buena dinámica desempeñan un rol determinante la tracción quattro de serie, que apura los cambios con mucho tino, y el sistema de control de estabilidad que corrige con prontitud cualquier exceso.

Más allá, la casa de los cuatro aros ha mostrado el suficiente acierto como para percibir el rediseño sin romper la tradición que ha exaltado la preferencia por este modelo entre las berlinas Premium. En la vida a bordo no falta nada, en tanto el exterior presenta leves retoques en la parrilla, los parachoques, las entradas de aire, los faros antiniebla y las salidas rectas de los tubos de escape. Una metamórfosis discreta, que infunde mayor agresividad a la fisonomía de este conquistador nato.

Créditos
Ariel B. Coya