Greenville, Carolina del Sur. El uso indebido de cables para pasar corriente en la batería de un auto a otro, puede causar chispas o cortocircuitos que pueden provocar accidentes y lesiones serias para quien los opera. Evita accidentes y ahorra dinero. Esto también puede producir una sobrecarga que dañe el costoso sistema eléctrico de los autos modernos el cual es vital para la operación de la transmisión, el motor y las funciones de entretenimiento.
La compañía Michelin, conocida por su buena línea de neumáticos, ha creado unos cables inteligentes, los Smart Jumper Cables, capaces de eliminar el riesgo de lesiones, y evitar el alto costo que requiere reparar el sistema eléctrico cuando se realiza un encendido con cables de manera incorrecta.
El sistema inteligente utiliza una tecnología capaz de ajustar la polaridad positiva y negativa de los conectores de manera automática, mientras un indicador marca cuando la conexión es correcta.
Los agarres para las manos son suaves permitiendo una mejor operación de los cables, especialmente en el invierno, y un aislamiento especial otorga una mayor flexibilidad a los cables.
Muchos de los automovilistas no asocian las fallas del sistema eléctrico con el uso de cables para recargar la batería ya que normalmente hay una diferencia temporal entre ambos eventos cuenta Alexia Hayes, Ingeniera de Desarrollo del Producto.
Hay muchos factores que pueden causar que una batería falle. Los automovilistas que normalmente olvidan apagar sus luces, o realizan muchos trayectos cortos durante el día son los de mayor riesgo.
La combinación de hacer muchos arranques, y pocos trayectos, puede causar que una batería se encuentre por debajo de su carga ideal, y afectar la vida útil de esta. Mientras muchos reconocen que las baterías están afectadas por las bajas temperaturas y el clima de invierno, pocos saben que la prolongada exposición al calor también contribuye a que una batería falle.
Los expertos en auto service indican que la expectativa de vida de una batería típica de automóvil es de 3 a 5 años, pero solo de 2 a 3 años en áreas con extremo frío o calor.