Como ya anticipamos en el número anterior la batalla por ganar el mercado de autos policiales en los EE.UU. enfrenta, una vez más, a los archirrivales Ford y Chevrolet. Tras pasar revista a las opciones de Ford, luego de la inminente salida de su estrella Crown Victoria de brillante hoja de servicios, hoy enfocaremos nuestro Spotlight sobre la oferta de Chevy: el nuevo Caprice Police Car.
A diferencia de Ford, que abandona el nombre de su modelo de años, la marca de General Motors llama a filas al Caprice, un modelo de pedigrí dentro del sector y que había cesado su producción en 1996. Este renacido Caprice será un Sedán de gran tamaño, tracción trasera y podrá disponer de motores V8 y V6. Su principal ventaja será el tiempo, pues mientras el modelo de Ford solo estará disponible al terminar la producción del Crown Victoria, a finales del 2011, el Caprice podrá rodar a principios de ese año.
Según Jim Campbell, Gerente de GMC para Operaciones de Flotas…“pedimos criterios a nuestros clientes en el cuerpo policial, quienes nos ayudaron a desarrollar un automóvil superior al Crown Victoria en aspectos claves“. Esta declaración, sin embargo, resulta bien comprometida, pues de hecho admite tomar de referencia un producto de la competencia y, en definitiva, el Caprice deberá lidiar, no con el Crown Victoria, sino con el nuevo Police Interceptor. De cualquier forma, vamos a lo nuestro.
El totalmente Nuevo Caprice ha sido diseñado para el trabajo policial, con especial atención en su motor. Este será un V8 de 6,0 litros de desplazamiento y 355 CV, el cual tratará de contener el voraz apetito de estas máquinas con el empleo de la tecnología de control activo de la alimentación de GMC y combustible E85. A cambio, GMC asegura que su nuevo Caprice Policial tendrá una aceleración de 0 a 100 km/h por debajo de 6 segundos y una velocidad máxima de primer nivel. No obstante, para 2012 estará disponible un motor V6 más contenido. El auto llevará frenos de discos sobredimensionados en las cuatro ruedas, radiadores para enfriar el aceite del motor y la transmisión, suspensión reforzada y control de estabilidad especialmente calibrado para el trabajo policial.
Los airbags laterales se limitan al área delantera para disponer de una completa barrera interior que divide el habitáculo en dos, para mayor seguridad de los agentes. Delante, se montan dos asientos independientes, de forma que en el centro de ambos queda un gran espacio para el montaje de equipos propios del servicio, sin entorpecer la conducción o el despliegue de los airbags. El Police Car de Chevrolet tendrá dos baterías instaladas en el maletero, una de ellas dedicada por completo a los equipos policiales, compatibilidad absoluta con la tecnología de computación In-dash Touch-screen, y un tratamiento ergonómico del interior con asientos (al igual que en el auto de Ford) capaces de acomodar a los agentes con sus típicos cinturones llenos de accesorios, y su arma.