Cuando el colapso de Saab se anunciaba inminente vino en su rescate la automotriz china Hawtai para inyectarle 150 millones de euros en virtud de una alianza estratégica que asegurará su futuro a medio plazo.
Y es que el calvario vivido por la casa sueca parecía no tener fin desde que General Motors decidió desprenderse de ella a raíz de las pérdidas sufridas en 2008 y 2009, al punto de que ya en manos de la firma holandesa Spyker a partir de 2010 tampoco ha podido abandonar los números rojos y aun tuvo que paralizar su producción el pasado 6 de abril por la falta de liquidez.
Con el multimillonario Vladimir Antonov presto a hacerse con la manija de la marca de Trollhättan, la que finalmente se ha llevado el gato al agua, sin embargo, ha sido la firma china Hawtai, que de entrada le facilitará 30 millones de euros a través de la compañía Gemini Investment Fund Limited. En tanto, Hawtai recibirá a cambio una participación inicial del 30 % en Spyker mediante un convenio que contempla elevar la financiación para la empresa sueca hasta los 150 millones de euros, así como potenciar la nueva alianza en China, con la creación de 'joint ventures' en las áreas de producción, tecnología y distribución.
De ese modo el acuerdo le permitiría a Saab iniciar también su aventura comercial en el gigante asiático de la mano de un socio que solo cuenta con 10 años de experiencia, pero produce unos 200 000 automóviles al año, seis veces más que lo producido por la marca nórdica en 2010. "Con la capacidad productiva de Hawtai, su tecnología de motores diesel ecológicos y sus programas de expansión ambiciosos, hemos 
encontrado el socio correcto para desarrollar los negocios de Saab y construir una sólida relación", expresó el CEO de Spyker, Victor Muller, quien confió en que la marca, "única por sus valores basados en su herencia del mundo de la aviación, sus orígenes escandinavos y su carácter innovador, funcione bien en el mercado chino".
No en vano, a la espera todavía de que las autoridades gubernamentales chinas, el Banco Europeo de Inversiones y la Oficina Nacional de Deuda Sueca le brinden el visto bueno a la nueva alianza, Spyker confía esperanzada en que Saab retorne a la rentabilidad en 2012, eleve su producción a unos 100.000 vehículos anuales y comience a vislumbrar por fin la luz al final del túnel.