Chrysler 200: hecho en USA, para USA

Creado: Dom, 06/03/2011 - 12:31
Créditos
Jorge Esténger Wong
Chrysler 200: hecho en USA, para USA

Enfrascada en una dura batalla para vencer los fantasmas de su pasado reciente Chrysler ya comercializa su nuevo sedán de tamaño medio: el 200. En este vehículo asegura lograr una calidad excepcional en la manufactura, tanto exterior como interior, para garantizar un elevado nivel de satisfacción en sus clientes. Para ello echa mano a una tecnología innovadora con un despliegue masivo de características de seguridad y rendimiento. Chrysler presenta su modelo 200 como una alternativa que permita a quienes lo adquieran disponer de elevado rendimiento sin renunciar a un estilo distinguido, a un precio asequible. Veamos si es así.

La imagen del Chrysler 200 impone un nuevo frontal liderado por el nuevo emblema de marca, nuevas luces y parrilla y rematado por los nuevos retrovisores laterales externos. Detrás el nuevo diseño incluye LED´S para la luz de freno central, ahora insertada de forma más armónica en el conjunto. El nuevo criterio se extiende por todo el auto y se deja sentir en la nueva suspensión, con barra estabilizadora incluida. El esfuerzo para reducir el nivel de ruido y vibraciones en el habitáculo incluye el uso de cristal laminado acústico en los parabrisas y ventanillas. Sin embargo, todo lo anterior sería nada de no estar respaldado por un mejor rendimiento y en Chrysler han hecho su tarea en este aspecto.

Para ello han renovado prácticamente cada sistema del coche, comenzando por su tren de fuerza el cual está compuesto por un motor de gasolina cuatro cilindros y 2.4 litros de desplazamiento acoplado a una transmisión de seis cambios, sea automática o manual. Comoquiera que este coche será destinado, en esencia, al mercado norteamericano está disponible un motor V6 PentaStar, también de gasolina, que produce 283 CV, unido a la trasmisión automática de seis cambios. El modelo se fabrica en los Estados Unidos, en la planta de Sterling Heights, Michigan. Ahora en Chrysler solo tendrán que sentarse a ver hasta dónde llegan los precios del barril de petróleo y rezar.

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Jorge Esténger Wong