El abuelo del helicóptero es un juguete chino llamado trompo volador, el primer prototipo de helicóptero lo diseñó Leonardo da Vinci. Más capitulemos que desde su dibujo hasta que un argentino se subió al primer aparato de estos, llovió mucho.
¿Qué es? Es una aeronave sustentada y propulsada por uno o más rotores horizontales, formado por dos o más palas. Están clasificados como aeronaves de alas giratorias.
La palabra deriva del término francés hélicoptère, este aparato despega y aterriza de manera vertical, lo que es una ayuda en lugares donde no hay pistas.
El primer despegue y aterrizaje vertical controlado es mérito del inventor argentino Raúl Pateras de Pescara, quien, el 21 de febrero de 1920, patentó en España su diseño de helicóptero con palas contrarrotativas. Luego se le añadieron ideas del ingeniero español Juan de la Cierva, sumándole ideas del mismo Da Vinci, llegamos hasta el eslovaco Bajyl que lo patentó aunque pagó patentes al español.
El helicóptero tiene un mayor coste de fabricación, que un avión, mayor uso y mantenimiento, es lento, tiene menos autonomía de vuelo y menor capacidad de carga. Sus ventajas son la gran maniobrabilidad y la capacidad de mantenerse estático en el aire, girar sobre sí mismo y despegar y aterrizar verticalmente.
La Alemania nazi usó los helicópteros en la Segunda Guerra Mundial. El tipo, potencia y número de motores que se usan en un helicóptero determina el tamaño, función y capacidad del diseño de ese helicóptero. Hoy se usan para transporte, carga, vigilancia, custodia, entre otras funciones.
Quién le diría a Da Vinci que su invento daría tanto fruto, y ni hablar de su pequeño nieto el drone. Hoy el gran Leonardo Da Vinci nos está mirando desde un helicóptero allá en lo alto.