Es un hecho: la creación de un automóvil eléctrico capaz de satisfacer las necesidades del mundo real ha dejado de ser una fantasía recurrente para devenir una palpable realidad. El Nissan LEAF será, eso sí, una de las pocas hojas verdes que flote en el proceloso océano de las emisiones contaminantes.
Y es que a diferencia de los vehículos equipados con motores de combustión interna, el tren de impulsión de este hatchback mediano con capacidad para cinco personas no presenta tubo de escape, por lo que no emite CO2 u otros gases de invernadero. Todo un pionero.
Con un rango de autonomía de 160 km por carga, el Leaf (Hoja, en español) es propulsado por baterías de iones de litio, que generan una potencia de salida de más de 90 kW, en tanto su motor eléctrico ofrece 80kW y un torque de 280Nm, con lo cual es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 140 km/h .Y eso, con una aceleración vertiginosa.
Ya por si fuera poco, su salida al mercado se prevé para finales del año próximo en Japón, Estados Unidos y Europa, toda vez que Nissan iniciará su fabricación en la planta nipona de Oppama, con una previsión de 30 000 unidades para 2010 y 150 000 para 2011, año en el que también debería comenzar a producirse en la factoría de Smyrna (EE.UU.), así como en otra locación del Viejo Continente, aún por definir. Por lo pronto se estima que su precio ronde el de un coche con motor de gas como el Tiida, es decir, unos 15 000 dólares.
Más allá, la presentación del LEAF no fue casual, dado que coincidió con el retorno de Nissan a sus raíces históricas en la ciudad portuaria de Yokohama, tras morar en el elegante distrito Ginza de Tokio durante los últimos 41 años. Allí el l fabricante nipón inauguró su nueva sede mundial, ni más ni menos que un edifico ecológico diseñado para utilizar al máximo la luz solar. De ahí que la ocasión no pudiera ser más propicia.
Como proclamara entonces el presidente y CEO de Nissan, el brasileño Carlos Ghosn: el LEAF marca el punto de partida para una nueva era, al ser la materialización de la visión radical y evolutiva del futuro.