Siempre nos da placer retornar al área verde de la industria automotriz. Hoy reseñamos una interesante oferta de FIAT, orientada al pequeño comercio urbano, ese que tanto abunda, de forma que pueda disminuir su impacto en el entorno de nuestras ciudades.
La Fiorino ya era una buena opción en el sector de la pequeña furgoneta urbana. Ahora, su horizonte se expande y ofrece un motor a gas natural, con grandes ventajas ecológicas y de costos. El primer punto importante para este tipo de vehículos es lograr convencer a los posibles compradores que son capaces de hacer el mismo trabajo que sus similares convencionales. El modelo de FIAT lo logra, pues su motor responde correctamente en cualquier circunstancia, sin dejar diferencias entre el gas y la gasolina.
Tiene capacidad para almacenar unos 77 L de gas metano, en dos bombonas, que le dan una autonomía de 314 km. A esto hay que sumar la capacidad del depósito de gasolina, 45 L, y la autonomía total llega entonces a unos excelentes 900 km. Su diseño funcional derrocha personalidad, con protagonismo para su frontal agresivo. Ofrece un volumen de hasta 2.8 m3, con el asiento del pasajero plegado, que es abatible y escamoteable y opcionalmente se puede convertir en mesa de apoyo. Cuando está abatido, a ras del suelo logramos una zona de carga completamente plana, en toda su longitud, y un aprovechamiento máximo. Monta una protección del suelo de la zona de carga, denominada ”cargo box“, provista de cuatro ganchos para sujetar la mercancía.
La Fiorino Natural Power está provista de un motor de tecnología flexible, de FIAT, el cual acepta tanto gasolina como gas metano. Los dos sistemas de alimentación son independientes entre sí, aunque viene "Predeterminado" para funcionar con el gas. Sin embargo, el arranque del motor siempre se realiza con gasolina. Este motor tiene 1.4 L de desplazamiento y está equipado con sistema multipunto secuencial sincronizado. Genera una potencia de unos 70 CV y constituye, junto a los eléctricos, las alternativas más ecológicas que podemos encontrar en el mercado. Las notables reducciones de emisiones de óxidos de nitrógeno y CO2 nos permiten circular con este vehículo en las ciudades con restricciones por contaminación.
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Con respecto a la seguridad, el metano es un carburante de los más seguros, superado solamente por el gas-oil. Es un gas no tóxico ya que sus moléculas no tienden a formar compuestos con otras sustancias en la atmósfera, aunque mantiene un riesgo a incendiarse como cualquier otro combustible. Al tener una densidad inferior al aire en caso de fugas tiende a volatizarse, pues se disipará hacia arriba sin dar lugar a concentraciones peligrosas.