Luego de ver la pasada semana la poco conocida participación de los Ford Falcon en competencias de velocidad, hoy seguiremos nuestro tour por la participación de Ford en prácticamente todos los tipos de competencias automovilísticas de los años sesenta y dedicaremos este espacio a uno de sus más conocidos bólidos: el Ford Boss Mustang Trans Am de 1970.
Aunque no existió un campeonato de conductores en las series Trans Am hasta 1972, la rivalidad entre los muscle car de finales de los sesenta era en extremo feroz. En este ambiente prevaleció, con innegable dominio, el Ford Boss Mustang Trans Am de 1970, fue ese su mejor año.
Forzada por la imponente presencia de los Camaro de GMC, y el resto de sus competidores directos, Ford puso ese año especial atención a sus autos en competencia. Había arremetido con todo desde finales de 1966 y el anterior año de 1969 había logrado ganar el campeonato, luego de épicas batallas rueda a rueda con los Camaro de Chevrolet.
Este año los autos de Ford rompieron su imagen ”patriótica“ basada en la estadounidense combinación del rojo; azul y blanco y adoptado un llamativo color amarillo con ribetes negros en sus autos. Esta señal de madurez dejaba a entrever una mayor seguridad en las posibilidades de los autos y los robustos motores de 302 pulgadas y cinco litros estaban listos para poner al Boss muy por encima de sus rivales, a pesar del uso de ardides como el enfriamiento del combustible por hielo seco en los Camaro para así poder rellenar de combustible con 23 galones y no los 22 de capacidad original y establecida.
Los neumáticos de 8 x 15 pulgadas montados sobre llantas de aleación de magnesio dejaban impresa sobre el pavimento la descomunal potencia de 470 H.P., la cual ponía al auto en un rango de velocidad máxima superior a las 150 millas por hora (240 km/h) y nunca declarada por Ford. Al final de la temporada Ford lograba ventaja de 72 puntos por 59, del Camaro más cercano.