La retirada del equipo Honda de la F1 ha tomado por sorpresa a muchos aficionados, pero sobre todo a los directivos de la FIA y los 700 empleados de la escudería que, ahora mismo, están en el aire. Este es el resultado de un gasto excesivo (unos trescientos millones anuales) y pésimos resultados. Si el equipo no encuentra comprador el próximo mes de enero tendrá que cerrar definitivamente y la parrilla de 2009 solo alistará a 18 monoplazas. Con el temor de que otros equipos, menos implicados, tomen su camino.
De esta manera quedaran sin asientos, para la venidera temporada, Jenson Button y Rubens Barrichello; además de dejar sin esperanzas de un puesto titular a dos jóvenes talentos del automovilismo, el brasileño Bruno Senna y el italiano Lucas di Grassi.
Honda se zafará completamente del equipo, eliminando el suministro de motores, y se espera que Ferrari asuma la tarea, ya que la segunda escudería a la cual la proveía de motores, Force India, pasó al amparo de McLaren Mercedes.
El principal aspirante a comprador es el antiguo dueño de Bar- Honda, David Richard, quien es actual propietario de Prodrive. Pero una de las condiciones que pone es reducir los gastos anuales de 300 millones a setenta. Si finalmente Richard toma las riendas del equipo, podría continuar en las pitas, pero de seguro con otro nombre, tal vez el de su soñada escudería Prodrive F1.