Las marcas japonesas luchan por recobrar el paso. Toyota tratará de reabrir sus plantas esta semana, luego de oficialmente declarar que las había detenido para facilitar a sus empleados enfrentar la tragedia y conocer la suerte de familiares y amigos. Esas plantas son, prácticamente, la mitad de toda la producción mundial de Toyota. Nissan, por su parte, asegura que el martes comenzará una cuenta regresiva para reponerse del golpe de casi 3 000 vehículos destruidos en el puerto de Hitachi a punto de ser embarcados para Norteamérica, su mercado por excelencia. Borrados por el Tsunami y un incendio posterior, los modelos de Infiniti serán ahora, casi seguramente, aplazados en sus entregas; aunque es bueno recordar la proverbial productividad nipona. Por todo ello pasemos revista a la gama del Infiniti G para 2011.
Compuesta por el sedán, el Infiniti G Coupé y el Infiniti G Cabrio la imagen de estos modelos apenas varía para este año que ya entra en su segundo trimestre. Las principales novedades estarán en los núcleos de las ruedas, en el equipamiento disponible y en la mecánica de serie. Así, tendremos nuevos diseños para las llantas de aleación de 19 pulgadas, un alerón trasero estándar para los G37 Coupé S y varios colores nuevos para la carrocería, incluyendo el Negro Malbec o el azul lapislázuli del Infiniti M, que además pueden llevar pintura autorreparable. El auto seguirá siendo un sedán de cuatro puertas con tracción en las ruedas posteriores, aunque el G37x GT ofrece la transmisión integral además de un tapizado de cuero con asientos calefactados y que en el G37x GT Premium se suman al control de crucero, el navegador con disco duro de .jpg)
10 GB y cámara de visión trasera, sonido BOSE y techo solar.
El comprador de un Infiniti G no tendrá que preocuparse por elegir motor: el V6 de 3.7 litros con 320 CV de potencia es una referencia en su clase y no tiene asunto ponerle sombra. Con él, todos los Infiniti G son capaces de alcanzar los 250 Km/h de velocidad punta (salvo los de tracción total con 240 Km/h) y acelerar de 0 a 100 Km/h en seis segundos o menos, como buenos herederos del primer Q45 sobre bastidor G50, allá por 1989. Esperemos que con tanta tecnología a bordo, Infiniti sea capaz de reponerse del golpe recibido por el Tsunami y cumpla sus expectativas en el mercado. Desde Spotlight les deseamos suerte.