Luego de un merecido lugar en los primeros planos mundiales, la inglesa Jaguar comienza a declinar con esta generación de modelos, los primeros en ver la luz luego de la partida del fundador Sir Williams Lyons. Este XJ6 fue el segundo modelo en salir al mercado luego de la ”época Lyons“, y era en ese momento el buque insigna de la marca.
Tenía una misión difícil: competir con las series más altas de BMW y Mercedes. Cuando esta generación del XJ6 hace su debut arrastraba ya una imagen minada por la excesiva demora de su antecesor en el mercado, el cual se vendió por veinte años desde 1969 y que a su vez conservaba en sus entrañas un motor de 1948, verdadero fósil de la Segunda Guerra Mundial.
Siguiendo los pasos del XJS, ya considerado con un diseño anticuado, nuestro protagonista siguió ese infortunado camino y consolidó de una vez por todas el criterio de la que la marca del felino había perdido el rastro. Con este XJ6 desapareció el concepto de Sir William ”… no cuesta más, hacer un auto hermoso“ y los contadores redujeron sin cortapisas los costos, eliminando detalles como el hocico escultural, las luces cuadradas, y las esquinas sin ángulos duros detrás de la cabina de pasajeros.
Para completar el desastroso cuadro la calidad de las unidades producidas fue pésima, al punto de que en septiembre de 1994 el número de Jaguar World, publicación de la marca, hacía referencia a un propietario que reportaba, en menos de 40 000 km roturas en: válvulas del motor, radiador, embrague, diferencial, panel de instrumentos, motores de las ventanillas, radio, las cuatro manillas de puertas, amortiguadores, compresor del aire acondicionado, rodamientos y bomba de la dirección asistida. Sin comentarios.
El resultado era inevitable. El mundo, a punto de vivir un momento de giro, vio como las nuevas condiciones internacionales y la globalización impulsaron a muchas compañías a apoderarse de los competidores más débiles y nuevas oportunidades que afloraban al mercado luego de largos años. Fueron las compras seguidas de Rolls Royce, Skoda, Rover, Chrysler y otras. La Jaguar, herida de muerte y acorralada, fue engullida por Ford.