La oficina rodante

Creado: Dom, 16/01/2011 - 17:21
Créditos
Willy Hierro Allen
La oficina rodante

En este mundo hay de todo: personas que trabajan con oficio por su beneficio y personas sin oficio ni beneficio, que no trabajan. Para los ”adictos al trabajo“, el carrocero suizo Franco Sbarro  fabricó este auto-oficina tomando como base uno de aquellos gigantescos Cadillac El Dorado de finales de la década del ’70 del pasado siglo.

Bajo la denominación oficial de ”Sbarro TAG Function Car“, esta exótica oficina rodante es una de esas curiosidades del mundo automotor. La primera se construyó en 1978 y en total fueron 23 unidades como esta las que se fabricaron, lo cual es todo un éxito si consideramos la singularidad del equipo. Mide 7.2 metros de longitud y pesa alrededor de tres toneladas, por lo que hubo que colocarle doble eje al tren trasero. La máquina tiene un motor V8 de 8.2 litros, que da una potencia de 210 caballos de fuerza (HP), aunque su velocidad máxima debe estar limitada probablemente.

Del consumo no se habla para no asustar a los posibles propietarios. Tampoco se dice nada del precio, pienso que por la misma razón. Se cuenta que cierto músico famoso, cuyo nombre no fue revelado, al ver esta extraña obra de arte, quiso encargar uno de estos Sbarro TAG Function Car para colocarle un piano de cola, pero el señor Franco con toda racionalidad, declinó la petición. Y me viene el recuerdo  de un corto televisivo del afamado Richard Clayderman tocando piano, encima de un camión, de paseo por París.

La oficina rodante es lo suficientemente cómoda para que laboren dos personas: el jefe y la secretaria (podrían ser). Tiene casi dos metros de altura, de manera que cualquiera de estatura media puede transitar dentro sin dificultad. En asociación con una firma francesa (Techniques d’Avant Garde, quienes operen un TAG Function Car podían disponer en esa época de dos  teléfonos y hasta televisión a bordo (ahora con teléfonos celulares y televisión satelital, será mucho más amplia la oferta) y los ejecutivos tienen a disposición en la oficina cuatro mullidas butacas y dos escritorios. La divisa aquí es: comodidad para trabajar.

El mobiliario completo está fabricado con las mejores maderas preciosas y forrado en puro cuero, la oficina rodante permite laborar sin problemas: escribir, llamar o atender teléfonos, recibir algún visitante (hasta dos, por supuesto) y, cómo no, incluso ver algo en la  televisión. Toda una oficina ejecutiva sobre ruedas. ¿Se embulla?

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Willy Hierro Allen