Lamborghini quiere mejorar las prestaciones de sus modelos y los pone a dieta. ”Como no podemos reducir el confort y la seguridad de nuestros automóviles, tenemos que disminuir el peso mediante la utilización de nuevos materiales“, explicó Stephan Winkelmann, presidente de la marca italiana del grupo Volkswagen.
Así pues, la firma transalpina experimenta en sus laboratorios de Sant'Agata Bolognese y Seattle (Estados Unidos) con una amplia gama de tecnologías derivadas de la fibra de carbono para adelgazar sus deportivos, optimizando al mismo tiempo su aceleración y maniobrabilidad.
Como expusiera el propio Winkelmann, desde los años 80 el peso promedio de los bólidos de la casa transalpina se ha incrementado en 500 kilogramos debido a los elementos de confort y seguridad que montan.
De esa manera, aunque la filosofía de Lamborghini se ha basado a lo largo de los años en potenciar la alta velocidad —por algo todos sus modelos rebasan los 300 km/h—, en los últimos tiempos esta prioridad ha cambiado. De ahí que hoy día el margen de mejora de sus modelos se centre en la relación entre peso y potencia para elevar sus prestaciones y reducir las emisiones contaminantes.