Land Rover, cambios al Freelander 2

Creado: Lun, 09/08/2010 - 03:26
Créditos
Jorge Esténger Wong
Land Rover, cambios al Freelander 2

La buena noticia ya ”rueda“ en todos los medios especializados: el Freelander 2 tendrá cambios para 2011.  Con toda la flema inglesa la imagen de este todoterreno muestra clase y donaire, con el toque adicional de incorporar dos rangos de potencia en su motor turbodiésel 2.2 TD4.

Ahora el Freelander 2 lleva nuevos parachoques, luces antiniebla y una nueva parrilla, disponible en acabado ”Dark Finish“ o ”Bright Finish“ según el motor elegido.  También han sido renovados los faros halógenos y los retrovisores, ahora un 10 % mayores para mejorar la visibilidad.  Con todo esto el frente establece claras diferencias en esta versión intermedia de la generación actual del modelo.

Detrás se emplean unas ópticas similares pero con lente interior transparente y exterior negra para una mayor definición. El portón trasero recibe manilla en el color de la carrocería y un embellecedor cromado que se extiende a lo ancho. Para dar organicidad al conjunto los tiradores de las puertas, los lavafaros, los retrovisores y los estribos laterales también combinan con el color principal, el cual puede elegirse en todas las tonalidades ya existentes hasta hoy y, además, tres totalmente nuevas: verde Korsrae, azul Baltic y blanco Fuji. Para rematar se montan nuevas llantas de aleación en opción, con un diseño más actual y disponibilidad en 18 o 19“.

Con esta actualización del Freelander 2 los motores también reciben mejoras: un nuevo bloque turbodiésel de 2.2 litros e inyección directa que desarrolla 150 CV (TD4 / eD4) o 190 CV (SD4) de potencia. Ambos entregan unos amplios 420 Nm de par máximo, gracias en gran parte al turbocompresor de geometría variable, capaces de mover con soltura al Freelander 2, y solo el motor menor lleva el sistema de arranque y parada Stop & Start.  Ambas versiones incluyen un filtro de partículas diesel catalizado (CDPF), que se encarga de reducir las partículas contaminantes expulsadas en el escape del motor, y lograr la regeneración de energía en la batería durante las desaceleraciones. Gracias a ello se obtienen buenos valores de consumo con una media entre 6.2 y  7.0 litros/100 Km con 165 y 185 gr/Km de emisiones de CO2.
 

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Jorge Esténger Wong