Ha muerto el Rey del Pop. Su mayor legado son obras maestras de la música contemporánea, como Thriller y Black or White, shows inolvidables que se disfrutarán por siempre en pantallas de cualquier tipo y tamaño. Repasando ahora fragmentos de su vida, podemos ver que todo ese mundo glamoroso, lo llenó en privado con sus famosas colecciones personales de todo tipo, entre la que está el surtido de sus automóviles muy especiales, tan extenso como interesante.
Los automóviles de Michael Jackson también tuvieron su cuota de fama. Probablemente fuera una limusina el más conocido (pues tenía varias), pero esos no fueron los únicos modelos en que se movía el Rey del Pop, tenía otros más, porque entre sus gustos estaba atesorar automóviles.
En la colección de limusinas, se destaca su preferida: una Lincoln Town Car de 1988, pintada totalmente de blanco. No obstante, dos años después, en 1990 compró otra limusina que tuviera el sello de vehículo extranjero y, además, uno de los más caros del mundo. Se trata de una fenomenal limusina Rolls-Royce Silver Spur II, con ese especial encanto de la insonoridad y todo el interior forrado de cuero blanco, incluidos los asientos.
Sin embargo, a menudo le picaba el deseo del glamour y para conseguir mayor espacio y amplitud, adquirió una limusina Rolls-Royce Silver Seraph de 1999, cuyo habitáculo es tan inmenso como opulento, con revestimiento de oro y un mini bar completo, siempre lleno para delicia de los pasajeros. Pero las joyas automotrices de Michael Jackson no solo eran limusinas, hay más tipos y modelos de variedad impresionante.
Tales como una motocicleta Harley Davidson de la Policía y camión de bomberos, ambos bien conservados con todo su equipamiento de trabajo. Ese personal toque infantil de Michael Jackson, no le abandonó jamás. Su admiración por Peter Pan y los juguetes, le hicieron encargar la fabricación de un carrito de golf personalizado y una réplica del modelo Viper, de Dodge, con dibujos de la serie televisiva Los Simpson.
Una de las piezas más apreciada de esta colección, es el Cadillac Fleetwood de 1956, Serie 60 Special, de 4 puertas tipo sedán. Fue utilizado en la película Manejando a Miss Daisy, un filme multipremiado visto por millones de espectadores en todo el mundo. Y para llamar la atención en todo este grupo, está el ómnibus Neoplan Tour Bus de 1997, que se empleó en aquella famosa gira titulada History Tour. Este hermoso autobús dispone de un baño completo de porcelana con adornos de oro, cubículos individuales para dormir y en la careta, una enorme corona con sus siglas.
Hay tantos vehículos en esta maravillosa colección, que excentricidades como el carro de caballos de principios del siglo XX con propulsión eléctrica o la réplica de un Detamble Model B. Roadster, de 1909, pueden pasar inadvertidas. No así otros más modernos, como el Ford Econoline de 1993, con asientos individuales, forrados en cuero, y habilitado con consolas de video-juegos clásicas. O un SUV marca GMC modelo Jimmy de fines de los años 80.
Probablemente muchos o quizás todos estos vehículos serán subastados para cubrir las deudas contraídas por el artistas en vida. Lo cierto es que al Rey del Pop nunca será olvidado por su música ni por sus automóviles.