Opel Capitán: un auto con autoridad

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:33
Créditos
Jorge Esténger Wong

La reconstrucción europea luego de la Segunda Guerra Mundial obligó a los fabricantes de automóviles a concebir modelos acordes al momento. Resaltó como nunca el espíritu práctico y funcional europeo, sobre los descomunales mastodontes que los embelesados fabricantes norteamericanos se dedicaron a producir.

En ese momento se afianzó definitivamente la supremacía tecnológica la cual a estas alturas, con el despertar de Asia, parece insalvable y que marca ya el declive de los otrora ”tres grandes“ de Detroit. Un excelente ejemplar de esa época ocupa nuestra sección: el Opel Capitán.

Este modelo fue, durante muchos años, el máximo exponente de la firma germana y como tal el responsable de afianzarla en las nuevas condiciones existentes en el mercado de la época, abriéndole importantes y vitales espacios. El Opel Capitán, llega a formar parte de la familia de las grandes berlinas, con un marcado acento americano de conducta europea y sobriedad alemana, figura que lo condujo a excelentes resultados de ventas, convirtiéndose en el vehículo de clase media alta más vendido, con cifras, nada despreciables en un mercado de buen poder adquisitivo y de fuerte competencia, cifras obvias, que volverían a situar a la empresa en el peldaño de liderazgo que había ostentado antes de la Segunda Guerra Mundial. Un auto de este modelo se constituyó en 1955 en el Opel 2 millones en salir a la venta.

Su mecánica en extremo fiable era encabezada por un motor de seis cilindros en línea y 2,5 litros de desplazamiento. Esta planta de fuerza producía 75 CV de potencia a 3 900 rpm, suficientes para lanzar al Capitán hasta los 140 km/h de velocidad máxima.

El Opel Capitán hizo honor a su designación jerárquica y encabezó durante años su sector del mercado, contribuyendo a la solidez alcanzada más tarde por la marca y el automóvil alemán en general.

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Jorge Esténger Wong