Porsche ha sido una marca única en la historia del automóvil. Ha basado su éxito en la calidad, la calidad… y la calidad. Diseña y crea excelentes vehículos y luego los fabrica con altísima calidad. Siempre ha tenido modelos de gran éxito, mientras el resto de su gama resiste con solidez el mercado. Su más reciente boom resultó su SUV Cayenne, simplemente excepcional.
Sin embargo este año era de esperar una ”recesión“ en las ventas de este modelo al estar cerca una nueva serie próximamente. Entonces el disparo de las demandas del mítico 911 ponen a prueba la capacidad productiva de la planta de Zuffenhausen (Alemania) y se elevan un 8,8 % sobre el pasado año. Resultado: un nuevo record de ventas para Porsche.
Estas razones son más que suficientes para decidir extender el ensamblaje de sus modelos Boxster y Cayman en Finlandia, gracias al contrato existente con la compañía Valmet Automotive. Ambos modelos llevan motor central y de ahí la conveniencia de que ambos sean fabricados en la misma factoría.
En un inicio el Boxster se construía de forma exclusiva en Zuffenhausen, pero en 1997 tuvo que trasladarse parte del ensamblaje hacia la fábrica de Valmet. Desde entonces esta planta ha ensamblado más de 180 000 vehículos de esta serie y de Cayman, aunque motores y otros componentes esenciales se producen en Alemania y se envían por tren hasta Finlandia.