Scania, la compañía salvada por un autobús

Creado: Dom, 06/01/2013 - 21:34
Créditos
Jorge Esténger Wong
Scania, la compañía salvada por un autobús

Para finales de la segunda decena del Siglo XX Scania-Vabis colapsó sin remedio.  De sus cenizas se relanzo la AB Scania-Vabis, con la intención de recuperar el mercado, cumplir los adeudos acumulados y recobrar
clientes, todo ello a partir del único bien viable que quedaba: los poderosos y eficientes motores Scania.

Alrededor de ellos se nucleó un equipo que pudo llegar a diseñar y dejar listos cuatro tipos de motores de cuatro cilindros, que serían competitivos a partir de 1920.  El nuevo Director Ejecutivo, Gunnar Lindmark, buscó entonces el interés de un pequeño, pero decisivo cliente institucional: la Oficina de Correo de Suecia.  Rápidamente se obtuvo la primera orden de quince autobuses para correo, la cual puso a trabajar a toda máquina al pequeño equipo que lideraba el diseñador August Nilsson. 

El apoyo de la Oficina de Correo fue tan importante que incluso sus técnicos contribuyeron al diseño y desarrollo de los autobuses. El resultado fue un vehículo capaz de transportar hasta 12 pasajeros y tener
elevada capacidad de paso, aún en caminos cubiertos de nieves. Para ello empleo un sistema especial de tracción sobre las ruedas traseras, el cual gracias a bandas de caucho estiradas sobre las ruedas traseras mediante pequeñas poleas aseguraba la movilidad en las condiciones extremas de clima.  Esto permitió ”respirar“ a la maltrecha economía de la compañía de forma que el ingenio brotase de sus entrañas para consolidarla definitivamente.

Para 1929, August Nilsson logró patentar un nuevo tipo de carburador, más eficiente, y a continuación desarrolló un compacto motor de cuatro cilindros y válvulas a la cabeza  que aceptaba una mezcla de gasolina y alcohol y entregaba 60 CV de potencia.  En un año, se logró un motor de seis cilindros que ya ofrecía una potencia de 100 CV, muy a propósito para los nuevos empeños por venir.  Para 1930 la nueva compañía recibió beneficios por primera vez, una vez cumplidas todas las deudas acumuladas.  La clave del éxito resultó la transformación de la compañía de producir camiones a autobuses, lo cual sería aún más importante en la próxima década, cuando el mercado de camiones casi desapareció con la crisis de los años treinta.  Pero esa, amigos, ya será otra historia.

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Jorge Esténger Wong