El fabricante automotriz checo Skoda ha dado luz verde a la producción de un nuevo propulsor sobrealimentado de gasolina de 1.2 litros, cuatro cilindros y 105 CV de potencia, que también se montará en otras marcas del grupo alemán Volkswagen como la división homónima, Audi y SEAT.
Los modelos que incorporen este nuevo propulsor estarán identificados con las siglas TSI, siendo uno de los objetivos cruciales en su desarrollo la reducción del consumo de combustible y las emisiones contaminantes, según divulgó la propia compañía.
En tal sentido, el presidente del Comité de Dirección de Skoda Auto, Reinhard Jung, declaró que ”este nuevo motor TSI proporciona una oportunidad única de combinar carácter ecológico y prestaciones de forma perfectamente equilibrada, con unas cifras de CO2 sustancialmente menores“.
Así, en un principio ya arrancó la fabricación de esta mecánica en la planta de Mladá Boleslav (República Checa), que incrementó su capacidad de producción, tras haber producido 270 875 motores atmosféricos 1.2 HTP de tres cilindros y 538 069 transmisiones MQ 200 durante el 2008.
No por gusto, este proyecto ha sido puesto en marcha justo cuando la filial checa acaba de registrar un volumen de ventas mundiales de 570 217 unidades durante los diez primeros meses del año, rozando la cifra obtenida el año anterior, cuando obtuvo un récord histórico de entregas.
De ese modo, tan solo en Alemania, Skoda ha comercializado 145 043 vehículos en lo que va de año, para un alza del 53,4%, mientras el mercado chino también se ha destacado significativamente en el crecimiento de estos dividendos, al superar la barrera de los 100 000 unidades, equivalente a un incremento del 92,8%.