La automotriz india Tata Motors compró Jaguar y Land Rover a la estadounidense Ford por 2 300 millones de dólares, cifra equivalente al 40 por ciento de lo que pagó la multinacional con sede en Michigan por las dos marcas: 2 500 millones de dólares por Jaguar en 1989 y 2 750 millones de dólares por Land Rover en el 2000.
Con esta nueva adquisición (que incluye las filiales británicas, sus fábricas y la propiedad intelectual), el mayor fabricante de buses y camiones de India contará con una cartera que abarca desde autos muy baratos hasta vehículos de lujo, justo cuando se dispone a lanzar al mercado el Nano (el auto más barato del mundo) a un precio de 2 500 dólares.
Por su parte, Ford se comprometió a aportar 600 millones de dólares a los planes de pensiones de los trabajadores de Jaguar y Land Rover, además de continuar abasteciéndolas de motores y otros componentes, así como servicios de ingeniería y financiación a sus concesionarios durante un año.
Así, el tercer fabricante mundial de automóviles logró desprenderse de la deficitaria Jaguar, obteniendo una inyección de capital justo cuando el mercado estadounidense está en crisis y la empresa intenta recuperarse de las pérdidas de 15 000 millones de dólares que acumuló durante los últimos dos años.
Según expertos, Ford podrá dedicar ahora su atención a revivir su marca de lujo Lincoln, una de sus tres líneas principales en Norteamérica.