Sin sorpresas respecto a lo previsto, Toyota conservó un año más el primer puesto como fabricante mundial de automóviles, al superar por primera vez durante el 2014 la cifra de 10 millones de unidades producidas y vendidas en todo el mundo; aunque Volkswagen, con 10.14 millones de vehículos, acabó pisándole los talones.
Pese a la caída de las ventas en Japón, tras el aumento del impuesto sobre el consumo que entró en vigor el pasado abril, los números de Toyota se vieron beneficiados sobre todo por la sólida recuperación de la demanda en Estados Unidos. De los 10.23 millones de unidades que produjo —incluyendo a sus marcas Lexus (premium), Scion (low cost), Daihatsu (coches pequeños) e Hino (vehículos industriales)— a fin de cuentas, justo allí colocó 2.32 millones, válidos para registrar una tasa anual de crecimiento (6,2%) dos veces mayor que en el resto del mundo.
Aun así, todo parece indicar que para el coloso nipón mantenerse en lo más alto será harto complicado y 2015 bien podría ser el año en que lo destrone Volkswagen, cuyo secreto para recortar distancias no ha sido otro que apostar con firmeza por el pujante mercado chino.
En estos momentos, uno de cada tres coches vendidos por el grupo germano se entregan en el gigante asiático, donde despidió el 2014 con 3.68 millones de nuevas matriculaciones frente a los 3.27 millones de 2013. Tan solo de VW (como marca) llegó a vender 2.76 millones de coches; de Audi, 578 900… Y este año se espera que esas cifras aumenten, lo que les permitiría desbancar a Toyota de la cima tres años antes de lo previsto, dado que los japoneses esperan que en 2015 sus ventas mundiales retrocedan un 1%.
En cuanto al tercer ocupante del podio, volvió a ser General Motors, cuya producción en 2014 también alcanzó cifras de récord, con un total de 9.92 millones de unidades (+2,1%), aunque su objetivo en ningún momento estuvo en superar la decena de millones de coches, menos aún disputarle el liderato a Toyota y Volkswagen, y sí en incrementar su rentabilidad.