Decidida a sacar adelante su revolucionario negocio, la empresa norteamericana Uber planea comprar nada más y nada menos que 100 mil Mercedes-Benz Clase S… en su versión autónoma.
Y si semejante apuesta no acaba siendo el negocio de la década, con toda probabilidad sí supondrá por lo menos el mayor pedido de la historia para el fabricante alemán Daimler.
A tal punto que el monto de la operación rondaría los 10 mil millones de euros, pues la llamada Sonderklasse (clase especial) constituye el turismo más caro de Mercedes y cada unidad suya arranca en 94 mil euros, aunque es de esperar que Uber haya obtenido alguna rebaja como parte del trato.
La noticia, además, tampoco asombra demasiado si se sabe que el año pasado Uber ya tanteó a Elon Musk sobre la posibilidad de adquirir medio millón de Teslas autónomos.
De esa forma, si algo permite sacar en claro este anuncio es que la firma californiana, en su afán por revolucionar el transporte de pasajeros a escala mundial, lejos de desistir de su empeño a raíz de los escollos que ha encontrado en varios países, cree haber dado con una solución definitiva a través de Mercedes y, sobre todo, de los vehículos autopilotados.
Con estos últimos, al no haber un conductor que pueda infringir las leyes de cada nación, Uber solventaría buena parte de los problemas legales que ahora mismo enfrenta su iniciativa en lugares tan disímiles como Estados Unidos, Alemania, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, Francia, Filipinas, Polonia, Sudáfrica, Tailandia o Taiwán.
Entretanto, su elección de Mercedes no solo respondería a la exclusividad y el lujo típico de sus modelos, sino a los avances tecnológicos que la marca alemana viene desarrollando en ese apartado frente a rivales como Nissan, Ford, Volvo o hasta Delphi, Google y Apple.
En ese sentido, el éxito del proyecto S500 Intelligent Drive se remonta hasta septiembre de 2013, cuando su prototipo autónomo pudo recorrer los mismos 100 kilómetros que trazó Bertha Benz en 1888, pero en este caso sin ninguna intervención del conductor al volante.
Con todo y ello, la fecha que se pronostica para la flotilla autónoma de Uber servida por Daimler no llegaría sino hasta después del 2020, con lo que al ambicioso proyecto de ambos le queda todavía un buen trecho para hacerse realidad.