
Jessi Combs se convirtió, hace unas semanas, en la mujer más rápida de la tierra sobre cuatro ruedas tras completar varias pruebas en el lago salado de Bonneville, donde, a los mandos de un North American Eagle (NAE) Supersonic Speed Challenger (que no es otra cosa que un caza F-104 Starfighter sin alas), logró alcanzar 708 km/h de velocidad, en la media de las dos pasadas necesarias para homologar su récord.
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