Quizá no podía ser otro, sino Volvo, que tanto ha batallado por la seguridad en sus vehículos a lo largo de las últimas cuatro décadas, ingeniando felices soluciones como el Alcolock, el LCS (Sistema de Ayuda en Cambio de Carril que detecta vehículos en el ángulo ciego del lateral del copiloto), el DAS (Sistema de Alerta del Conductor que notifica el cansancio en el conductor) el ESP (Programa de estabilidad electrónica para camiones rígidos y remolques), o el ya mítico cinturón de seguridad de tres puntos que ideó el ingeniero Nils Bohlin.
De ahí que ahora le llega el turno a este novedoso sistema anti-atropellos que el fabricante sueco lanzará muy probablemente con el futuro Volvo S60 en el 2010, toda vez que la firma escandinava ya no se conforma con potenciar la seguridad de los conductores y pretende además velar por el bienestar de los peatones.
Que al menos esas son sus intenciones con el desarrollo de este dispositivo que deriva en buena medida del sistema de frenado automático de emergencia City Safety para evitar colisiones, aun cuando tendrá elementos técnicos mejorados como el radar y la cámara de video en la parte alta del parabrisas, tras el retrovisor interior.
Así pues, en caso de que la persona al volante no reaccione, el sistema detectará el riesgo inminente de atropello, actuando automáticamente sobre los frenos, si bien Volvo afirma que, con el estado actual de la técnica, solo conseguirá detener el vehículo cuando se circule a menos de 25 km/h, un indicador bajo el cual reduciría en apenas un 1% el riesgo de muerte.
No en vano la meta de la compañía pasa ahora por mejorar esos números, máxime cuando sus estudios revelan que en más del 90% de los accidentes está presente el factor distracción, mientras que casi la mitad de los conductores no acertan a reaccionar y quedar bloqueados cuando se percatan de la persona ante su auto. Vale desear entonces que tenga éxito cuanto antes.