A Vuelta Abajo en un Peugeot 3008

Creado: Dom, 06/01/2013 - 19:42
Créditos
Willy Hierro Caveda
A Vuelta Abajo en un Peugeot 3008

El Peugeot 3008 es conocido por la mayoría como el monovolumen compacto de la marca del león; sin embargo, es mucho más que eso. Puede ser, si lo prefieres, un turismo o un crossover, porque por su diseño exterior e interior cumple las expectativas de las tres denominaciones. Este es nuestro auto a prueba. Pinar del Río, la más occidental de las provincias del archipiélago cubano, enclavada a 147 km de la capital, nuestro destino.Fabricado en Sochaux, Francia, el 3008 cuenta con un notable acabado. Dentro, sentado en el puesto del conductor, puedes regular el asiento en altura y distancia (de manera mecánica), al igual que la altura del volante. Por otra parte, los retrovisores exteriores se ajustan eléctricamente. El retrovisor interior no ofrece buena visibilidad, pero Peugeot suple tal inconveniente con sensores sonoros en la zaga que incrementan sus tonos a medida que nos aproximamos a un obstáculo.

Poner en marcha el motor es muy agradable, ya que el habitáculo cuenta con una insonorización de primera. Además, el propulsor instalado en este es el más potente de las opciones de gasolina: 1.6 THP, 156 CV y 240 Nm, idéntico al ya probado en los modelos 508 y RCZ. Nuestro auto a prueba comparte, además, la transmisión automática de seis velocidades dirigida al tren delantero.

No hay dudas que la mejor ruta para viajar rumbo a Vuelta Abajo es la Autopista Nacional, por ella nos topamos con importantes centros turísticos: Las Terrazas, ahora perteneciente a la nueva provincia de Artemisa y Soroa y Viñales ubicados dentro del territorio pinareño. No obstante, por esta vez los pasaremos de largo y nos adentraremos en la ciudad de Pinar del Río que también tiene sus encantos.

Aunque en sus orígenes se le conoció como Nueva Filipinas, a Pinar del Río le viene el nombre por la existencia de un pinar adyacente a las orillas del río Guamá y se ubica en la llanura sur de la actual provincia que lleva el mismo nombre. Esta ciudad fue fundada en 1699 y, sin lugar a dudas, además de sus bellos y exóticos paisajes la fama de esta porción de tierra cubana le viene por el cultivo del tabaco.

El 3008 responde rápido a las pisadas del acelerador, eso lo convierte en un coche cómodo para circular por la ciudad, donde la caja automática trabaja de manera impecable. Pero también es muy placentero rodar en él por carretera, con una excelente estabilidad. El panel de instrumentos, sello de la casa francesa, combina la información analógica y digital. Además, despliega una pantalla acrílica transparente sobre el salpicadero con variada información y donde destaca un velocímetro digital.

Viajamos hacia Pinar del Río en directa (D) y en la pantalla monocromática situada en la consola central se refleja, gracias a la computadora a bordo, el consumo puntual, promedio, autonomía, entre otras. A 80 km/h el motor giró 1 900 rpm con un consumo puntual de 7.2 L/100 km. Aumentamos la velocidad a 100 km/h, las revoluciones subieron a 2 100 rpm y el consumo puntual registró 7.6 L/100 km. Lo llevamos a 120 km/h, 2 600 rpm, 8.3 L/100 km y finalmente lo impulsamos hasta 140 km/h, 3 000 rpm, 9.6 L/100 km.Nos adentramos en la ciudad, en ella se entrelazan las construcciones coloniales con modernos edificios. Así llegamos hasta la fábrica de tabacos ”Francisco Donatién“, una construcción colonial levantada en 1868 que en sus inicios se utilizó como hospital de la colonia española y que paradójicamente luego fue una prisión. Con el triunfo revolucionario, en 1959, se convirtió en escuela de arte y finalmente, en 1962, se transformó en lo que es hasta el día de hoy, la fábrica de tabacos que desde 1996 produce bajo el sello ”Vegueros“.Las plazas delanteras del 3008 son amplias y con una independencia que resalta gracias a la volumétrica consola central. En ella, además de la palanca de cambios, reserva un baúl porta objetos que compensa los pequeños portaguantes del salpicadero. Desde la consola central también se controla el aire acondicionado de doble zona y flujo hacia las plazas traseras, a lo que se suma el equipo de sonido con lector de discos en formato MP3 y puerto USB. Con una palanquilla eléctrica ubicada tras la palanca de cambios se despliega el forro del techado y queda al descubierto una espectacular visión panorámica.

Visitamos la universidad ”Hermanos Saíz Montes de Oca“, construida por el gobierno revolucionario en 1972 y donde se han graduado más de 11 000 estudiantes. Allí se erigió un monumento a los hermanos Saíz, homenaje escultórico realizado por el artista holguinero Enrique Ávila, que cuenta entre sus obras con los relieves de Camilo y Che que se encuentran en la Plaza de la Revolución José Martí de La Habana. Luis y Sergio Saíz Montes de Oca fueron asesinados por la tiranía batistiana en 1957. La escultura muestra un libro abierto de treintaicinco metros (hormigón) de donde surgen dos fusiles de acero de veinte metros de altura. En ellos aparecen los rostros de ambos hermanos coronados por gigantescas estrellas.No nos fuimos de la ciudad pinareña sin pasar por la fábrica de ”Guayabita del Pinar“. Esta agradable bebida es fruto del ingenio de Lucio Garay, un joven inmigrante español que luego de arribar  a La Habana se trasladó a Pinar del Río con la esperanza de prosperar en el negocio de las bebidas y licores. Así fundó, en 1892, la Casa Garay. Lucio Garay Zabala y su hermano, conocedores de algunas costumbres de los vegueros que mezclaban la fruta guayabita con aguardiente para obtener un alcohol con mayor sabor, supieron aprovecharla y combinarla con sus conocimientos en el arte del vino. De tal manera institucionalizaron y comercializaron ese licor tan especial. La fruta con que se elabora la singular bebida es una diminuta guayabita. La planta solo alcanza de cincuenta a sesenta centímetros de altura y crece silvestre y abundante, exclusivamente, en sabanas y pinares de la región. Su fruto solo alcanza el tamaño de un frijol, con un sabor muy atractivo.De regreso a La Habana colocamos la trasmisión en el modo manual, una opción que convierte al 3008 en un auto deportivo. En la Autopista lo pisamos a fondo y en primera alcanzó 45 km/h a 5 500 rpm, en segunda 85 km/h a 6 000 rpm, punto máximo de giro del motor en el resto de los cambios. En tercera registró 120 km/h, una velocidad que se logra en poco más de diez segundos. En cuarta 180 km/h y en quinta 200 km/h. La sexta es una marcha puramente económica que al conectarla mantiene la velocidad pero bajan las rpm del motor y por consiguiente el consumo de combustible y las emisiones de CO2.

El sistema de frenos, dotado de ABS, está equipado por frenos de discos ventilados (302 mm) en el tren delantero y discos macizos (268 mm) en las ruedas traseras. Las llantas de aleación calzan neumáticos 235/45 R18. Por otra parte, la dirección de cremallera es asistida de manera electrohidráulica y hace agradable y precisa la conducción. Llenamos el depósito de combustible en La Habana, la capacidad del tanque es de sesenta litros. Como rodamos poco más de 300 km, no hubo necesidad de repostar y si se viaja a una velocidad entre 100 y 120 km/h tiene una autonomía de 750 km.Resumiendo: el Peugeot 3008 es un coche versátil de cinco plazas y cinco puertas que puede figurar como turismo, monovolumen o crossover. Destacan en él su atractivo diseño, acabado y comportamiento, tanto en ciudad como en carretera. El maletero tiene una capacidad de 432 L con las dos filas de asientos activadas, pero aumenta sobre manera, hasta 1 241 L, si prescindimos de la segunda fila.

Excelencias del Motor realizó este viaje de pruebas con la colaboración de la firma italiana Resigum y la belga BDC International, concesionario de Peugeot en Cuba.
 

Créditos
Willy Hierro Caveda