Cuando Valentino Rossi llegó a Yamaha, en 2004, y se hizo campeón mundial de la máxima categoría, fue él y no la moto quien marcó la diferencia. Así repitió en 2005, pero en 2006 y 2007, Honda y Ducati aplastaron a la pareja invencible (Rossi-Yamaha). Ahora la historia es otra y la marca de los diapasones se ha presentado este curso con una poderosa armada y una escuadra de pilotos envidiable. Lorenzo, Rossi, Toseland y Edwards terminaron en el top ten y no fue un hecho casual.
Otro punto importante en Yamaha son los calzados Michelin, con excepción de Valentino que opto por Bridgestone. La mejoría de los del Bibendum es evidente, siete de las diez primeras motos que arribaron a la meta usan Michelin. En las clasificatorias Yamaha y Michelin ocuparon la primera fila, con Jorge Lorenzo en la pole, seguido de James Toseland y Colin Edwards.
Yamaha lidera el campeonato por equipos y de constructores, dos títulos que al parecer serán difíciles de arrebatarle. Queda suelta la corona de pilotos, que Stoner no pretende entregar, pero Lorenzo y Rossi tienen potencial y talento y lucharán por ella hasta el banderazo final. Lo bueno es la competencia y el espectáculo. ¡Que gane el mejor!