La británica Dorothy Elizabeth Levitt fue una de las “amantes de la velocidad” que dignificó el nombre de la mujer a principios del siglo XX.
Sus coterráneos la describían como una joven delgada, insegura, retraída y casi tímida, pero demostró todo lo contrario en su corta, pero fructífera vida.
En abril de 1903 hizo su debut, un año extraordinario para Levitt que tiene 21 años de edad. Comienza a participar en competencias de automóviles y marcar la diferencia en un círculo vedado para las mujeres.
En octubre gana, en su categoría, la Prueba de Velocidad de Southport conduciendo un Gladiator. También incursiona e implanta en este año el primer récord mundial de velocidad al alcanzar más de 31 km/h con una lancha a motor de la marca Napier, en la carrera del Trofeo Internacional Inglés Harmsworth en Cork Harbour, en Irlanda. Al mes siguiente, en agosto, gana en Cowes con otra Napier y en Francia se alza con la Copa Gastón Menier, conocida también como Campeonato Mundial Marítimo de Cinco Millas.
En 1905 y 1906 auguran nuevos lauros, establece un récord de distancia al hacer el recorrido más largo hecho por una mujer, de Londres a Liverpool, ida y vuelta, en dos días, conduciendo un De Dion-Bouton. En mayo gana otra carrera sin paradas en Escocia, de nuevo con un De Dion. En julio establece un récord de velocidad en la ciudad de Brighton conduciendo un Napier de 80 CV a una velocidad de 127.6 km/h, gana su categoría, todas las etapas del recorrido y el trofeo Autocar Challenge. Al año siguiente (1906) rompe su propio récord en Blackpool alcanzando 146.26 km/h con un Napier de 100 Hp coronándose como la primera mujer en lograr un récord mundial femenino y es catalogada por la prensa como “La chica más veloz del mundo” y la "Piloto automovilista campeona del mundo".
Le impiden competir en el circuito de Brooklands y no claudica, busca nuevos escenarios, esta vez en Europa. Entre 1907 y 1908 participa en varias competencias, obtiene excelentes resultados y la Medalla de Oro en la carrera Trofeo Herkomer en Alemania y plata al año siguiente.
La chica más veloz alentó a las mujeres a aprender a manejar, les dio lecciones, charlas, les explicó la importancia de tener algunos conocimientos de mecánica y escribió un manual para las interesadas en las competencias de automovilismo.
Su última década es un misterio, se despidió de este mundo con 40 años, alejada de todos.
