Electo el logotipo más icónico del siglo XX, nominado por revistas, agencias publicitarias y periodistas, Bibendum fue y sigue siendo un logo simpático, carismático, popular e inolvidable. Esta es su historia.
Cuentan que en 1894, durante la Exposición Universal y Colonial de Lyon, en Francia, los dos hermanos Michelin observaban una pila de neumáticos de disímiles tamaños en su stand, que parecía como una silueta y Edouard le comentó a su hermano André: ´si tuviera brazos se parecería un hombre gordo´. Ese comentario quedó impreso en la memoria de André.
Te puede interesar: Zero DSR ZF Black Forest
La Manufacture Française des Pneumatiques Michelin se había fundado en 1889 por los hermanos Michelin, en Clermont-Ferrand, y tras exposiciones y ferias, más las rodadas diarias de ciclistas y otros vehículos, el neumático gozaba del favor del público. Y así, ocho años después llegó el marketing a Michelin de la mano del dibujante Marius Rossillon, conocido en el mundo publicitario como O’ Galop.
Fue en 1897 que O’ Galop presentó, a los hermanos Michelin, un proyecto publicitario. En el proyecto había un cartel (rechazado por el cliente) en el que se mostraba una cervecería donde un alemán sonriente y fortachón levantaba su copa y decía en latín: “Nunc est Bibendum” (lo que traducido al español significa “Y ahora bebamos”).
📷: El primer Bibendum.
Este texto es una libre alegoría a un verso del poeta griego Horacio, usado por los romanos en las celebraciones durante su expansión por Europa. Al año siguiente (1898), el alemán sonriente y fortachón se sustituyó por el ´hombre gordo de la pila de neumáticos´ que se habían imaginado, cuatro años antes (1894), Edouard y André Michelin, en la Exposición Universal y Colonial de Lyon.
Pero hay más en esta historia: en el curso de una conferencia ofrecida por André Michelin en el Colegio de Ingenieros Civiles de París, en defensa del neumático, un año antes (1893), formuló seguro: “el neumático se traga los obstáculos” del camino, una frase que haría historia porque el muñeco del ´hombre gordo de la pila de neumáticos´ se bebe, en una copa llena de objetos indeseables, los obstáculos del camino.
El cartel del muñeco de Michelin mostraba con cierto orgullo, los atributos de la prosperidad de aquellos tiempos, tales como el anillo de oro, fumaba puros habanos y, además, era corpulento como la mayoría de los dueños de automóviles entonces. Y luego, en honor a André Michelin, su principal creador, se le agregaron las enormes gafas.
Te puede interesar: Maxiscooter Kymco CV3 de 2021
La enorme curiosidad que despertó aquel muñeco (aún sin nombre oficial más allá del consabido hombre-neumático) fue inmediata. Algunos meses después, durante la carrera París-Ámsterdam-París, André Michelin fue a saludar al campeón local (Charles Thery) quien al verle, comenzó a gritarle divertido: “Bibendum, Bibendum”. El muñeco de los neumáticos ya tenía nombre… y así sería recordado siempre.
La primera aparición del Bibendum fue en el Salón de la Bicicleta de París (diciembre de 1898), Era el anfitrión de los visitantes al stand de Michelin. En realidad era un hombre disfrazado. Pronto una multitud de curiosos quisieron saludar y tocar al hombre-neumático, el cual, abrumado por el gentío, protagonizó un escape salvador a punto de morir asfixiado.
📷: Evolución del Bibendum.
Tras esa horrible experiencia, los Bibendum fueron muñecos de goma. En 1925, Michelin optó por un Bibendum más delgado, de gesto más amable, cercano a los personajes de dibujos animados. Además, perdió su tabaco. Este es el Bibendum que llegó a nuestros días, con solo algunos ligerísimos retoques. Y para su centenario, en 1998, se presentó con ese rol dinámico y deportivo actual.
Muchos se preguntan ¿por qué Bibendum es blanco? Pues porque cuando nació Bibendum, los neumáticos eran de color gris claro y para que el logo de Michelin simbolizara lo nuevo, acabado de salir, se diseñó blanco. Los neumáticos empezaron a ser negros, como los actuales, a partir de 1917, cuando a la mezcla del caucho con que se fabrican, se le añadió carbón.
