Comenzando por la conversión del carbón en combustible líquido, fué Friedrich Bergius quien en 1913 recibió en Alemania una Patente sobre el procedimiento. Poco tiempo después fue captado por Karl Goldschmidt, quien lo incorporó a su fábrica al año siguiente y ya operaba bajo el llamado Proceso Bergius en 1919. No resultó el único, pues en 1923, Franz Fischer y Hans Tropsch desarrollaron un procedimiento donde se gasificaba el carbón y posteriormente se convertía en combustible líquido. Ambos sistemas fueron utilizados por Alemania durante la II Guerra Mundial.
En 1931, el British Department of Scientific and Industrial Research creó una planta piloto donde se mezclaba a muy alta presión el Hidrógeno gaseoso con el carbón, obteniendo combustible sintético. Este término aplica en la actualidad a varias formas de obtención; sean a partir de las ya mencionadas o incluyendo Biomasa; Residios orgánicos y otros materiales combustibles. Los métodos básicos de conversión incluyen la Carbonización; la Pirólisis; la Hidrogenación y la Disolución Térmica.
El llamado Proceso Bergius fue utilizado por la Alemania Nazi para obtener de forma sintética gasolina de aviación de alto octanaje; lubricantes; caucho, metanol, amoníaco y ácido nítrico. Los combustibles alcanzaron una producción de124,000 barriles/día a comienzos de 1944; haciéndose más importantes cuando Alemania pierde los recursos petroleros de su aliado Rumanía, ante el avance del Ejército Rojo el 23 de Agosto de 1944.
La Tecnología Indirecta del proceso Fischer–Tropsch ("FT") fue transferida a los EE.UU. al finalizar la II Guerra Mundial, construyéndose una Planta en Brownsville, Texas, con una capacidad de producción de 7,000 barriles/día. La instalación operó desde 1950 hasta 1955, cuando las mejoras y nuevos descubrimientos de oro negro en el Medio Oriente, hicieron innecesaria su labor.
En la actualidad, pueden considerarse tres procesos básicos para la obtención de combustibles sintéticos: Indirecto, Directo y el Biofuel.
Conversión Indirecta:
El más usado actualmente. Su producción alcanza los 260.000 barriles/día y existen varios proyectos en desarrollo. El gráfico adjunto resulta fácilmente comprensible para entender el proceso industrial. El llamado Gas sintético (Syngas) se obtiene mediante la mezcla de la biomasa, carbón o gas natural con Hidrógeno y Monóxido de Carbono. En procesos posteriores se elige qué combustible se quiere obtener al final del ciclo.
Conversión Directa:
Este método omite los pasos del anterior y directamente, mediante la Pirólisis-Carbonización y la Hidrogenación, obtiene el combustible sintético. Sus complejos procedimientos no han favorecido su viabilidad económica hasta el momento.
Obtención de Biofuel:
Aunque se ha utilizado en motores diésel en pequeña escala, el énfasis mayor lo ha tenido la obtención de un Jet fuel que puede ser usado en la aviación comercial; concretamente en los turbo-motores, mezclando hasta un 50% de éste con el Jet fuel regular. Recientemente la Rolls-Royce anunció que había logrado un combustible sintético que fue usado al 100% en uno de sus motores sin problema alguno.
El uso de aceites vegetales como uno de los componentes para obtener este tipo de combustible ha sido muy polémico, debido a que se considera que reduciría un recurso alimenticio que afectaría a la población Mundial.
Otros combustibles son obtenidos de las arenas bituminosas y otras fuentes donde éste forma parte, pero los costos y tecnologías necesarias hacen muy costosas las conversiones a un medio alternativo a los combustibles naturales. En todas estas alternativas, no solo el aspecto económico es un elemento decisivo; lo es también el efecto que sobre el Calentamiento Global tiene la obtención de estos nuevos tipos de energéticos.
Actualmente, la obtención Mundial de Combustible Sintético es de algo más de 270,000 barriles/día, cifra ínfima si la comparamos con la extracción de crudo. Citando un solo ejemplo; entre Arabia Saudita, Rusia y los EE.UU., producen más de 32 Millones de barriles/día. Estas cifras pueden aumentar o disminuir durante períodos de tiempo condicionados por múltiples eventos; naturales o políticos. De todas formas, la existencia de tecnologías que pueden crear nuevos tipos de combustibles, será siempre una posibilidad que debemos tener en cuenta.
