Pegaso Z-102, el deportivo con alas

Creado: Dom, 09/08/2015 - 16:40
Créditos
Jorge Esténger Wong
Pegaso Z-102, el deportivo con alas

Hubo una época en la que España contaba con su propia industria automotriz, sin depender de diseños, capital o compañías foráneos.  Pegaso era una marca capaz de producir, entre otros vehículos, excelentes autos deportivos. Nuestro invitado de hoy, el Z-102, es un ejemplo de lo anterior.  Veamos los detalles tras el salto.

El Pegaso Z-102 es un automóvil deportivo producido por la extinta empresa española ENASA, desde 1951 hasta 1958. Fue diseñado por el ingeniero, también español, Wifredo Ricart, con la intención de ser usado como estandarte publicitario a nivel internacional, en un momento en que los pequeños deportivos europeos comenzaban a ganar un espacio importante.  Fue la época del Porsche 356, el Volkswagen Kharmann Ghia, el auge de Triumph, MG y Austin Healy.
 
Pero también fue la época del aislamiento internacional español, producto del gobierno de Franco, por lo que la presencia automotriz en ese país, era solo nacional.  ENASA era una empresa que había renacido de las cenizas de la antigua Hispano-Suiza y se dedicaba a la producción de camiones y autobuses. 

Ricart, a la sazón ingeniero de ENASA, regresa de la Segunda Guerra Mundial con la propuesta de un automóvil deportivo de altas  prestaciones, que sirviera como publicidad a la empresa y fuente de ingreso de divisas fuertes, gracias a las exportaciones.  Esa, fue la semilla del Pegaso Z-102.

El chasis del Pegaso Z-102, que era básicamente lo que adquiría el cliente para luego equiparle una carrocería de una empresa externa, era un bastidor auto-portante de gran complejidad. Estaba construido en acero plegado y soldado, formando un conjunto de gran rigidez.  La suspensión trasera utilizaba un eje De Dion, mientras los frenos eran de zapata-tambor en las cuatro ruedas y, a pesar de los esfuerzos por mejorarlos, sufrían más fatiga de la esperada en un vehículo de estas características.  Finalmente, el motor era un V8 en posición delantera, con cilindradas, según versiones, de 2.5, 2.8 o 3.2 litros.

En total, fueron producidas un total de 84 unidades en sus distintas versiones, las cuales se vendieron a un precio aproximado de 500.000 pesetas de la época.
 
Para 1957 se jubila Ricart y con él finaliza el proyecto Z-102.  Se destruyeron moldes y archivos, además de vender todas las piezas y componentes disponibles.

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Jorge Esténger Wong