El Citroën CX fue un continuador del espíritu innovador de la marca francesa. Con una gran suspensión y excelente acabado su mayor acierto sería la aerodinámica.
El Citroën CX llegó al mercado en 1974 y allí se quedó hasta 1991. Su desarrollo fue clave como reemplazo de otro “adelantado”, el Citroën DS, del cual conservó gran parte de sus avances tecnológicos, entre ellos la suspensión hidroneumática, aunque con una evolución apreciable. Presentado en el Salón del Automóvil de Paris, se convirtió de inmediato en el buque insignia de la marca, hasta su desaparición.
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Este modelo sería un punto de inflexión en la marca gala. Sería el primer modelo en llevar un motor transversal, ofreciendo versiones de gasolina, diésel y turbodiésel, llegando a ser el diésel más rápido en producción en el mundo, en ese momento.
Sin embargo, su punto extraordinario sería su proyección aerodinámica, donde Citroën logró una verdadera master class. Si silueta sin perfiles duros y su exquisita área frontal lograron un valor de apenas 0,35. Tan complacidos quedaron los franceses con esta cota que decidieron nombrar así al nuevo modelo, por el coeficiente de penetración aerodinámica (Cx).
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Sus creadores fueron Robert Orpon, también creador del GS, que se responsabilizó por su diseño exterior con una línea fluida y aerodinámica. Singular resultaba su parabrisas que se integraba perfectamente a su silueta, así como también su maletero, sin portón a pesar de su silueta bicuerpo. Para complementar, Michel Harmand logró un bellísimo interior, con un estilo asombroso, gracias a su cuadro de instrumentos circular, que permitía accionar comandos sin tener que sacar las manos del volante.
El Citroën CX destacaba también por su limpiaparabrisas de brazo único, la tracción delantera, la suspensión hidroneumática, las llantas de aleación ligera, el techo vinílico, un sistema de suspensión inigualable, y la exclusiva dirección Diravi, desarrollada por Citroën y asistida por la misma bomba hidráulica que alimentaba a la suspensión hidroneumática.
El Citroën CX fue elegido Auto del Año en Europa en 1975, además de recibir otros galardones en distintos países del mundo. Su influencia fue tremenda, al punto que se convirtió incluso en el automóvil presidencial de su época en Francia. En total su producción superó el millón de ejemplares.
